¿Qué tanto sirve la lectura de nuestro oponente, turno tras turno, en el Scrabble?
Más allá de disfrutar un momento de alegría, esparcimiento y diversión, nuestro propósito cuando nos sentamos a jugar una partida de scrabble es ganar, sumar puntos en los torneos, aumentar nuestro ELO, adquirir experiencia jugando en vivo y mejorar nuestro performance en cada partida.
Sin embargo, pocos estudian uno de los factores que puede marcar diferencia en el juego: la lectura, el estudio de este factor para muchos es trivial y para una pequeña minoría influyente y relevante; aquellos que comprenden la técnica y la estrategia del juego, sumados a este factor logran disminuir aún más ese pequeño porcentaje de azar del que tanto se habla en todas las partidas.
La mayoría de los jugadores se concentran el 100% en su atril y en el tablero, y nos olvidamos de que el oponente está continuamente transmitiendo información sobre su juego, si estamos intranquilos o serenos. Esto es gracias al proceso que maneja la mente, el cual se encarga de toda la comunicación y los diferentes tipos de respuesta a determinados estímulos.
¿Entonces por qué no aprovechar los “tiempos muertos” en cada partida e intentar estudiar al oponente?
Busca una evidencia que colabore con la lectura del juego; las personas siempre responden a situaciones en el scrabble con múltiples señales. Citaré algunos ejemplos:
– ¿Cada vez que tu oponente tiene mal atril, se queda mirando hacia los lados de la mesa esperando a que se ejecute la jugada para poder realizar el cambio de fichas?
– ¿Cuándo tu oponente coloca una palabra de la cual no está segura de su validez, baja sus fichas lentamente y hace algún gesto en especial por la dudosa existencia de la palabra?
– ¿Cada vez que habla y se queja de su mala suerte es porque tiene la “Q” o en el próximo turno va a cambiar sus fichas?
– ¿Cuándo se mira el reloj muy seguido es porque se quiere generar cierta presión sobre el adversario para que juegue rápido su turno?
No todos respondemos de igual manera a ciertas señales en potencia, pero puede ser un buen indicador, ya que cada persona se prepara y asimila el juego de manera distinta.
Lo más importante siempre va a ser observar a tu oponente y recordar como juega, el comportamiento del pasado será de mucha ayuda para predecir su comportamiento en el futuro, las señales que ya has establecido de un jugador van a ser más útiles cuando sabes con precisión si son de alta o baja confianza para así lograr determinar si tiene en su mano un atril balanceado. Así que afina la capacidad de observación, analiza sus expresiones, gestos, movimientos y actitudes. Recopilando toda esa información, seguramente cuando lo enfrentes de nuevo tendrás una pequeña ventaja.