Joan Lázaro se impone en el Open de El Prat, el torneo más longevo del Circuito español tras un triple empate con Isa Hernández, que doce años después alcanza el podio con una segunda posición. Santiago Rosales fue el tercero en liza con un tercer puesto.
CRÓNICA
Muchos han olvidado que cuando se habla de torneo en El Prat, se habla del torneo del Circuito más lóngevo del scrabble español, capaz de mantenerse vigente en su tercera década consecutiva. Y allí a orillas del Llobregat, reinó Joan Lázaro, sin despegarse de mesa uno. Lo hizo como de él se esperaba pero lo que nunca imaginaría es que se le iba a complicar como lo hizo.
Y es que desde la primera ronda los otros aspirantes por ranking a ser principales oponentes, se fueron descartando poco a poco en favor de las hordas sub 1800 que no perdonaron ni estaban dispuestos a hacerlo. Lo curioso es que en este sentido uno siempre mira a las jugadoras del Scrabble Altafulla como la gran alternativa pero esta vez la sorpresa iba a venir por la vía del Santandreu y especialmente del Club de El Prat, que culminó su mejor torneo en años.
Eva Falguera (5ª absoluta) por fin cumplió un encuentro buscando incluso el podio. Acabó con las aspiraciones de Tavi Mocanu, Montse Hergueta y Jose Maria Riera llegando incluso a pelearle arduamente la partida al mismisimo Joan Lázaro. Todo ello el día que públicamente anunciaba su fichaje por el club de Altafulla pra la próxima temporada.
Isa Hernández, doce años después de haber sido top 10 del scrabble español, volvió por sus fueros para reivindicar a quien durante muchos años se le ha considerado una reina en el arte de la «telaraña» o el cierre pratense. Se sintió cómoda y no perdonó. Jugó como sólo ella sabe y cuando peor lo tuvo, contra Enrique Campanella, tiró de experiencia cerrando el tablero de tal manera que aún comiéndose la Q consiguió que su rival se comiera la B y la T e incluso perdiera diez puntos de reloj. Lo justo para ganar por la mínima.
La de El Prat lo tuvo todo a su favor cuando en quinta ronda ganaba a Joan Lázaro y sólo dependía de ella. Al final, se le cruzó en el camino Santi Rosales, el jugador que más ELO ha perdido en la temporada, y que por fín volvía a ver la luz en un torneo donde rozó los 4 scrabble de media y hasta las dos últimas rondas se mantenía por encima de los 550 p. Isa con 20 p. arriba cerró el tablero todo lo imaginable pero justamente dejó una esquina donde el «insurto» clavó 17 p. y al descuento se hacía con la partida. Lo justo para que Joan Lázaro, que ganaba a Marga Hernández (otra jugadora recuperada para la causa) pudiera hacerse con el triunfo final y bordar su mejor temporada del último lustro. Tres podios e idem en duplicadas.
Pudieron recuperar algo de crédito, Tavi Mocanu que venía de perder las dos primeras del torneo y Gloria Bigorra que peleaba sus partidas con uñas y dientes. En cambio el «excelso» Riera se dejó la piel, la presidencia del Santandreu, y el primer puesto en las progresiones de temporada para acabar descompuesto en la orilla, eso sí mejor que una Montse Hergueta que ni siquiera acabó en la orilla.
Maria José Lapieza al menos lo intento. Van cuatro torneos, incluido un campeonato de España, donde su hija le arrebataba el título sub 1800. Por ahí pasaban sus aspiraciones al borde del ascenso pero como no, chocó con esos tableros de estudio donde las hermanas Hernández se han hecho las dueñas. E igual le pasó a Francesc Gallén que se libró del descenso en una última partida de infarto. Quien no pudo mostrar su total valía fue Ieda Oliveira, la campeona catalana de la categoría y que a poco podía salir del pozo de la clasificación batallando cada envite.
Sorprendió Enrique Campanella hasta que tras la agotadora partida con Isa acabó de sucumbir en la batalla que se desarrollaba en la parte baja de la clasificación. Allí peleaban entre arena y cal: Agnes Lantos (alternando altas y bajas puntuaciones), Cristina Hernández (teniendo su oportunidad en mesas más altas), Rosa Abella (demasiado pronto anulada) o Angels Ribé y Txema Muñoz, que sufrieron una cruel matinal. El cruce entre ellos tuvo su aliciente con resultados dispares entre si. Reaparecía Gerard Mateu y debutaba Jose Manuel Ballesteros con buenas vibraciones y vendiendo cara sus derrotas.
Arbitraba Adela Ruiz apoyada por Javi López, y lo hicieron con comodidad y maestría, en un torneo que se distingue no sólo por su antigüedad sino por presentar la mejor lógistica en refrigerios y almuerzos y como no, en premios. Repartieron para todos incluso cuarto clasificado, mayor número de scrabbles, mejor jugada con la Y (Living Lapieza), mejor jugador local, mejor debutante.
Fenomenal donde los elogios se quedan cortos.