Antonio Álvarez se ha proclamado campeón nacional tras imponerse en la definitiva última ronda a Enric Hernández. El que fuera campeón mundial en el 2005 consigue de esta manera su primera máxima corona española. Carlos Puente finalizó tercero y la alicantina Vanessa Amoros logró el campeonato sub 1800.
Justamente en el mundial de España del 2005, Álvarez lograba su primer título grande ante Enric Hernández. Nuevamente se repitió la historia y las dos últimas rondas del Nacional enfrentaron por el gran premio a dos de los más reputados jugadores del circuito español. La primera la solventó el catalán, pero a la segunda no perdonó el «maestro».
Un título mundial, un master español y un campeonato de Andalucia se completan por fín con un campeonato de España para un jugador que ya el pasado febrero mostró sus credenciales de temporada venciendo en el Torneo de Invierno de Madrid.
En cuatro días de scrabble en el Nacional más largo hasta la fecha (18 rondas) se pudo ver de todo. Ya se presentían sorpresas, hundimientos, revelaciones… pero el campeonato dió algo más de eso. Primero con el sorprendente arranque de la debutante Vanessa Amorós, la alicantina que en cuarta ronda se permitió el lujo de ser líder, con permiso de Tavi Mocanu, el rumano maravillas que sorprendía ronda tras ronda apoderándose de mesa uno, del liderato y de un protagonismo que robó durante practicamente todo el torneo a los grandes especialistas.
Y a la fiesta de sorpresones se unió también Joan «Dup» López. Brilló en duplicadas como no, pero se marcó en clásicas un grandisimo torneo con premio mundialista. De menos a más apareció por mesas altas José Montes y ya no cedió su puesto. Eso sí para ello tuvo que derrotar dos veces seguidas al «fantastic» Riera, capaz de lo mejor y lo peor, de avasallar a campeonisimos, de humillar a aspirantes, de arrinconar y poner sobre las cuerdas a Antonio Álvarez en mesa uno, y de errar la jugada que le daba la victoria y puesto de podio. De ahí al infierno, un paso. Siete partidas seguidas perdidas y al pozo.
Si algunos siempre se mantenían arriba como Enric Hernández al que por fín vimos recuperado del batacazo mundialista, el «torito» Ayala que batallaba por no perder de vista el podio, Blai Figueras que poco se alejaba de mesa uno, o «el pintor de letras» Carlos Puente que sumaba y sumaba; otros cedian ligeramente para volver a entrar en la pomada con partidas agónicas. Aqui nos encontrabamos a Álvaro Noguer que tras vencer a Santi Rosales se metía de lleno en la batalla final, a Montse Sánchez que tuvo que trabajarse a fondo partidas que a priori le eran adversas.
Otros jugadores lo tuvieron más complicado y debieron lidiar con arenas movedizas. Serge Emig comenzó fatal bajando a posiciones poco habituales en él, algo parecido a lo que hizo en el pasado mundial. Como un perfecto motor diesel fue ganando y ganando y casi sin que nadie se diera cuenta ya estaba bordeando el podio. E igual le pasó a Alvar Sanz que como sin hacer ruido se metió hasta la cocina o a Maria de Arcos que incluso llego a versele en últimas mesas pero fue un espejismo porque rápidamente voló con ritmo de locomotora para situarse bien arriba.
Los hay que no tuvieron la misma fortuna. El mítico Manchado era expulsado del olímpo por momentos, no se rendía y regresaba a las primeras mesas «quien tuvo retuvo» pero los tiempos que corren son muy exigentes y como aquello que se decía, » ahora el más tonto te hace un reloj» y al campeonísimo se le hacia cuesta arriba regresar donde se repartía el pescado. La falta del ritmo de competición le acabó pasando factura.
Y también lo pasó mal Arantxa Delgado. Avanzaba el torneo y caía posiciones, remontaba y no conseguía dos partidas seguidas en condiciones. Venía de ganar un prestigioso subcampeonato nacional de duplicadas pero en clásicas se le atragantaban los tableros. Salvo los muebles lo mejor que pudo y deberá luchar por ELO su plaza mundialista.
Antonio Moya pasó de su mejor juego en activo con victorias sorprendentes y en primera linea de fuego a sumar hasta siete derrotas consecutivas y pelear por no caer en las últimas mesas.
Ivette González tampoco tuvo su torneo. La revelación del año pasado en Las Palmas, comenzó muy mal y con arte y oficio fue arreglando su posición. Llegó incluso a tener opciones pero el muro de los que querían llegar a Santa Susanna se hacia impenetrable conforme se acercaba el final.
Los había que trataron de agotar sus cartuchos para acercarse a la élite de clasificación. Juan Novoa que navega en posiciones de ELO favorables esta vez no encontraba su «feeling» de juego y no acababa de entrar en el torneo; Montse Hergueta sufria un via crucis particular atronador como el de Alicia Acosta o Tori Martinez, al que esta vez el método winter no le salvó de la debacle.
Pablo Pérez, David Gutierrez, Gloria Bigorra, Vicenta Mansilla o «El crápula» Mula se movieron en posiciones intermedias e incluso el primero llegó a visitar la cúpula del torneo, aunque ya se sabe que organizar y jugar es dificil tarea. Y sorprendieron Violeta Aguado, Yaiza Martinez y Javier Pelaez. La primera se acercó a posiciones altas y Pelaez por momentos tuvo el Mundial muy de la mano. Derrotó a Juan Carlos Ayala justo en el momento que este optaba aún a título y fueron rivales de su propio club quienes le cerraron el camino en los momentos cruciales. Grandisima actuación de los Azeuxis.
La lucha por el sub 1800 fue de una gran igualdad. Vanessa Amoros fue practicamente lider todo el torneo. Por momentos Yaiza que parecía remontar vuelo y Joana Rubio que finalmente acabó por no encontrar la fórmula del juego fácil, se acercaron e igualaron tras un pequeño bajón de resultados de la alicantina,. Esta pronto reaccionó y volvió a liderar la categoría. Fue Tximo Pitarch, el jugador del Castalium quien apareció entonces en escena. En un sorprendente lunes encadenó victorias tales como partidas jugaba aunque finalmente le tocó ceder en el duro «rey de la colina» mientras la «pistolera» se hacía con el triunfo ganando al mismisimo Ernesto Senestrari y haciendose con los titulos de campeona de España sub 1800 (algo que no ha logrado ningún hombre) y el de mejor debutante en el Nacional.
Una mención muy especial, como recordó el juez del torneo, para Ernest Ferrer y Xavier Camprubí. Estoicos aguantaron una tormenta de partidas y las pelearon, hasta el punto de disputarse el KOTH tal la primera mesa. El aplauso es más merecido que nunca.
Arbitraron Patxi Navarro y Mercedes Mula. Las vieron de todos los colores y resolvieron a lo grande, sin fisuras y coherencia. En el Nacional también estan los mejores árbitros de la competición. Eso si, sin el apoyo de las numerosas corremesas, de todas las edades y procedencias es dificil hacerlo tan bien, cuando especialmente el Club Escrabelico organizó un gran campeonato en una de las mejores salas de juego de los últimos años y con gran precisión. Nunca el horario fue tan respetado y el final de fiesta en la entrega de premios tan matemática y magistralmente montado.
Murcia tuvo su esperado campeonato de España y llega la hora de Sevilla 2012
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