ESTRATEGAS, TÁCTICOS, LÓGICOS E INTUITIVOS por Josep Ferrater

Hay distintas maneras de reflexionar y jugar en una partida. Igual que en el fútbol hay equipos que juegan con cinco jugadores abajo y un delantero solitario y, por otro lado, hay equipos que juegan con sólo tres defensores y más jugadores en campo contrario, en el scrabble pueden plantearse esquemas más o menos análogos. Como sea, se trata de una cuestión de estilo.  

Y es que discrepando de algunas opiniones definitivamente también en el scrabble hay estilos de juego tal y como que los jugadores tienden muchas veces a buscar posiciones de acuerdo con su propio estilo. Cuando uno tiene que decidir un rumbo en una jugada crítica, se presenta la opción de jugar algo más tranquilo o algo un poco más salvaje, y esa decisión depende del estilo de cada uno.

Somos como jugamos, eres como juegas ¿Cuántas veces hemos oído esas expresiones? Por supuesto que existe una relación muy fuerte entre  estilo y personalidad. Es cierto que las formas de vida de uno pueden ir mutando, pero hay algo de la personalidad que está siempre presente y eso se ve en el estilo de juego.

Conocemos a  jugadores muy metódicos que no varían su estilo, fieles a su seña de identidad, confían en sus posibilidades, su vocabulario en muchos casos. Difícilmente plantearán distintas posibilidades. Otros se sirven del juego intuitivo, jugadores dinámicos que deciden tomar riesgos y van para adelante, en algunos casos, se sienten superiores, en otros es arriesgar, al todo o nada. Intentan llevar el juego al terreno en donde se sienten más cómodos porque, además, eso pesa psicológicamente. En el juego abierto y activo estos jugadores sienten una comodidad que no sienten en partidas cerradas, aunque con nivel más bajo cerrados estarán como pez en el agua.  Pero aún en todo esto los factores y las variables son muy diversas dados los distintos niveles de juego.

Ahora bien, con todas las peculiaridades que pudieramos extraer, diversas, comunes o diferenciales, se puede resumir mucho más para evitar tanta complejidad. Ahí nos encontraríamos con estrategas versus tácticos y también lógicos versus intuitivos.

El juego estratégico tiene que ver con el pensamiento de largo plazo, mientras que el táctico pone el acento en lo inmediato o muy próximo. La estrategia se relaciona con la pregunta ¿qué hacer? y la táctica con ¿cómo hacerlo? Los estrategas evalúan con más precisión su juego y el cómo  limitar las posibilidades del adversario.  

Si pretendemos profundizar y mezclar ambas dualidades, por un lado precisamos más algunas cosas, por otra, la complejidad aumenta y podemos sentirnos menos seguros de nuestras propias conclusiones. Así que el abanico se abre más:

Los tácticos lógicos calculan lejos y con precisión. Los tácticos intuitivos tienen un gran sentido de orientación en las posiciones agudas y desequilibradas.

Los estrategas  lógicos son capaces de idear planes profundos y multiescalonados. Los estrategas  intuitivos tienen un fino olfato para mantener siempre la armonía de la posición propia y para limitar las opciones adversarias.

 Todos los jugadores de alto nivel manejan ambos, pero es usual que tengan algunas predilecciones. También existen   aquellos que se manejan con igual, o casi igual soltura, en cualquier posición.  

 

 

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