En Matanzas, ciudad con numerosos puentes, algunos de ellos de más de 100 años como el puente de “La Concordia” (símbolo de la ciudad) ha acogido desde hace año y medio actividades de divulgación del Scrabble.
Esta vez a idea de Alejandro Porto, coordinador del Grupo Promotor de Scrabble de Matanzas se llevó la práctica del juego a la Academia de Ajedrez “José Raúl Capablanca” y al barrio populoso de Pueblo Nuevo, ambos en la bella ciudad en cuestión.
En el pequeño salón del juego ciencia el grupo promotor se ha propuesto combinar la práctica de Scrabble y ajedrez, ambos juegos de la mente. Es un sueño del autor de este artículo que un día este establecimiento se convierta en una sala de juegos de la mente, incorporándose además en un futuro el go (juego asiático).
Ya es común ver en el establecimiento jugadores de Scrabble y ajedrez en el mismo espacio, compartiendo jornadas cargadas de deseos de salir airosos de cada porfía.
En el segundo escenario el 13 de febrero se llevó a cabo el Festival de Integración Comunitaria de Pueblo Nuevo, en el mismo se dieron clases a niños y ancianos de la comunidad.
El entusiasmo contagió a todos por igual y mientras algunos esperaban un poco para a través de test mentales medirse la memoria, otros hacían ejercicios de relajación con un maestro de Tai Chi, había otro grupo que prefería el maravilloso juego de las palabras que tanto nos apasiona a los jugadores de torneos.
Entre estos últimos había varias personas de la tercera edad que mostraron un interés marcado ante la sabia conducción de Fidel Petersen, un hombre que sus varias décadas lo hace acreedor de un cúmulo de conocimientos importantes del idioma Español, quién con paciencia explicaba los primeros pasos del divertimento para la confrontación de los participantes, como colocar las palabras como si fuera un crucigrama que tanto agrada a muchos y el de cómo hacer una palabra de 7 o más letras en el tablero, acción que es para nosotros como el jonrón del béisbol o el gol del fútbol.
También los más pequeñines del barrio se acercaron con la curiosidad típica de la edad. Entre risas y bromas los niños aprendieron las primeras enseñanzas con una velocidad propia de campeones, quizás entre ellos estén algunos de los mejores jugadores del futuro en nuestra pequeña isla que hace esfuerzos importantes por colocarse a la vanguardia que ya ocupan por derecho propio España, Argentina, México y Venezuela.
Los fiñes matanceros aplicaron los conocimientos que han aprendido de los educadores que se afanan por mantener el alto nivel y prestigio de la educación cubana. Asombra la muy buena ortografía que ya presentan y el dominio de la escritura de vocablos propios de su edad. Ellos sin duda alguna aplican el concepto martiano de “ser cultos para ser libres”.