Miguel Rivera es el número uno español en la modalidad duplicada, y por segunda vez, campeón nacional. En clásicas ha sido subcampeón mundial y dos veces campeón de España y del Master. No sólo jugador, ha sido también directivo y presidente de la AJS y directivo de la FISE, siendo testigo directo del arranque de ambos organismos. Impresionante historial para uno de los grandes, que iniciado en el legendario Club Queimada y actual componente del Scrabble Cerdanyola, de seguro que hubiera tenido más repercusión internacional de no haberse perdido numerosos mundiales por diversas razones. Basta leer en esta entrevista para darnos cuenta de su vigencia e importancia.
Campeón del Master ocho años después podría hacer creer que poco ha cambiado en el scrabble español, o que por fín, Miguel Rivera se ha sabido adaptar a las nuevas exigencias de juego y competitividad. ¿Qué ha cambiado realmente en tu juego este tiempo?
Si comparamos los ránkings actuales con los del 2006, podría decirse efectivamente que no ha habido muchas novedades en los primeros puestos, con jugadores fijos como Enric, Patxi, Antonio Alvarez, Montse Sánchez, algunos “top” que han dejado la competición por diversos motivos (Manchado, Blai) y unos “novatos” que han irrumpido otros con mucha fuerza (Ayala, José Fernández, Nemesio Moreno) y que han aportado nuevas técnicas de juego y un claro convencimiento de que el estudio del vocabulario es fundamental. En mi caso, considero que por vocabulario soy inferior a la mayoría de los que he nombrado, por lo que he posiblemente he podido mantenerme en posiciones elevadas gracias sobre todo a la experiencia en la estrategia y gestión del atril, la visión de tablero y, sobre todo, la influencia que mi juego ha recibido en los últimos años de la práctica de las duplicadas. He llegado al convencimiento de que no hay turno en el scrabble clásico que se pueda desaprovechar, hay que buscar siempre el rendimiento óptimo del atril en cuanto a la puntuación. Los turnos desaprovechados en cambios y jugadas de pocos puntos se pagan al final, aunque siempre hay ocasiones en que no hay más remedio que optar por este tipo de jugadas, que yo odio profundamente.
Viviste de cerca la eclosión de los mundiales, las competiciones regionales y el nacimiento del Circuito español. En todos estos años la evolución ha sido evidente, se podría haber llegado a más pero al menos se ha avanzado. ¿ Qué destacarías de todo este proceso evolutivo?
A nivel español ciertamente auguraba un incremento en el número de jugadores y de clubs, al menos la explosión del juego “online” lo hacía pensar. Finalmente no ha sido así, se ha comprobado que resulta muy complicado “pescar” jugadores competitivos en estas aplicaciones. Tampoco ha facilitado las cosas la crisis económica. En cuanto al circuito de torneos, es evidente la evolución, con un gran número de éstos por toda la geografía española. Por lo que se refiere al panorama internacional, tenemos un mundial muy fuerte y asentado, con el complemento de los diversos regionales, algunos con mayor éxito que otros. Espero que en los próximos años vivamos el aporte de algunos países nuevos. En cuanto a las normas de competición, creo que las diversas comisiones han hecho una gran labor y casi todo está estudiado al detalle. No obstante, creo que el reglamento de juego necesitaría alguna revisión, hace tiempo que no se toca y se han detectado algunas carencias…
Muchos años en los primeros puestos del ranking español y en las últimas temporadas, testigo del surgimiento de nuevas figuras. ¿Además de suerte, qué se necesita para mantener el temple y mantenerse en esas primeras posiciones?
La influencia de la suerte en el scrabble clásico está sobrevalorada. Los grandes jugadores son capaces de manejarla a su antojo en la mayoría de ocasiones. Siempre hay partidas en que es imposible remontar, pero quién no ha estado 150 puntos por delante de Enric o de Patxi, por nombrar dos de los jugadores que más admiro, y se ha visto superado al final… Hay que gestionar bien el atril, trabajar la estrategia de tablero, perfeccionar el vocabulario y, sobre todo, mantener el temple, como bien dices, ser pertinaz y no darse nunca por vencido.
Diversas razones te han apartado de la competición internacional, pero en el 2012 pudiste reverdecer las sensaciones mundialistas. Visto lo visto ¿ qué diferencias hallaste entre competidores pasados los años? Y centrándonos en este 2014, ¿que apuestas harías para definir quienes estarán finalmente en los mejores lugares, en individuales y Copa de las Naciones?
En los primeros años mundialistas que yo viví el sistema de juego basado en suma de puntos no exigía ser un gran estratega, se trataba de ir sumando cuanto más mejor y ya está. En cuanto a vocabulario, un conocimiento medio-alto de los verbos ya proporcionaba una gran ventaja. Ahora mismo vemos una gran igualdad entre los jugadores top, entre los que coexisten diferentes estrategias, más aperturistas o más conservadoras, aunque nadie tiene todavía la certeza sobre cuál es la mejor, y el dominio del vocabulario se ha extendido como una herramienta fundamental para la progresión en el juego. El aumento en las jornadas de juego y la intensidad e igualdad de las partidas requieren una adecuada preparación psicológica, tan importante como el resto de factores mencionados.
En cuanto a las cábalas sobre lo que sucederá en Cuba, se hace difícil hacer pronósticos, aunque lo intentaré. Veo a Argentina como la gran favorita para la Copa de las Naciones, aunque en los últimos años hemos visto grandes sorpresas. En cuanto a la competencia individual, habrá ausencias notables, pero veo a Picciochi como gran favorito en duplicadas; en el clásico, entre argentinos y españoles andará la cosa, con permiso de los venezolanos.
En una entrevista del 2008 siendo presidente del máximo organismo del scrabble español, augurabas años de avances en distintas facetas, y especialmente con nuevos jugadores en ciernes. Pasado el tiempo ¿Qué jugadores te han sorprendido desde entonces?
Para mi Serge Emig ha sido la irrupción más alucinante de los últimos años. Es un superdotado, muy por encima de la inmensa mayoría. En España, Ayala es un jugador muy completo, y quisiera mencionar también la progresión de Neme Moreno y de Arantxa Delgado, llamados a grandes cosas de aquí a poquito tiempo.
De Miguel Rivera siempre se dice que muestra uno de los mejores vocabularios del Circuito español y uno de los mejores posicionamientos psicológicos para afrontar un torneo. Pero, ¿en que medida porcentual podríamos fabricar a un campeón en base a estrategia, competitividad, azar, vocabulario, psicología, etc?
Como he dicho más arriba, pienso que muchos de los jugadores top me superan en vocabulario. Y en cuanto a la pregunta concreta, no se pueden establecer porcentajes de algo tan intangible. Hay que ser muy fuerte en todos esos componentes, y, sobre todo, olvidarse de la mala suerte.
¿Qué te sigue motivando a competir y evolucionar en el scrabble?
Mi gran motivación es el amor que siento por este juego. Ha sido un compañero durante gran parte de mi vida, y no me veo lejos de él. Es suficiente motivación para seguir esforzándome en mejorar.
Miguel Rivera, nombre propio en el scrabble en español.