Joan Lázaro no dejó pasar la oportunidad que le brindaba Sevilla de coronarse por primera vez como ganador de un torneo duplicado en el Circuito español. No obstante es el segundo jugador con más podios en su palmares (12 hasta el fin de semana) y sin embargo aún no había degustado el placer de ser el vencedor en uno de ellos. Antonio Álvarez fue segundo y Javier Pelaez, tercero.
El del Santandreu es un jugador de regularidad contrastada. Suele sacar medias ajustadas a sus partidas, sin marcas de infarto pero sin tropiezos. Sea la partida de corte sencillo y rápido o sea compleja y enrevesada, siempre maraca una regularidad. esta quizas fue la razón de su victoria en Sevilla, una vez que ambas partidas fueron de una complejidad extrema, largas, duras, y donde el juego corto, aquel donde presumen los que dominan el vocabulario de las de cuatro o cinco, se hace más patente.
Ganó la primera y ahi marcó las distancias. Para superarle había que hacer marcas de primerísimo nivel, tal y como las figuras del Scrabble Cerdanyola están acostumbrados a hacer cuando la ocasión lo requiere. Pero claro, si la segunda partida tampoco acompañó, la cosa fue más difícil. Lázaro no suele errar y pese a que tanto Maria de Arcos como Antonio Álvarez ganaran la segunda, sin medias de infarto no había nada que hacer y al «procer de las letras» se le da muy bien esa regularidad que comentabamos.
En definitiva, por fín suma un merecido triunfo Joan Lázaro, algo que sin duda volverá a reflejarse en el ELO duplicado para mostrar que está con seguridad entre los grandes de la especialidad en España.
