ENTREVISTA A MIGUEL CARLOS MUÑOZ

Miguel Carlos Muñoz lleva una temporada brillante: ganó recientemente el Campeonato de España sub 1800 (segunda categoría), lidera la mejor progresión provisional de temporada, y arrancó este curso con victoria absoluta en la oficial Duplicada valenciana. Es jugador del Club Zajarí y no entiende el juego sin saber que quiere decir cada vocablo que ve en un tablero. Cree en el esfuerzo del estudio de listados, él es un ejemplo.

¿Cuándo empezaste a jugar y cómo?

Siempre he sido un gran aficionado a las cartas y a los juegos de mesa. Uno de ellos era el intelect, al que ocasionalmente jugaba con unos amigos. En la segunda mitad del 2016, una de estas amistades me comentó que existía un club de scrabble en Valencia y nos animó a Carmen y a mí a apuntarnos.

La primera vez que fuimos, descubrimos un juego muy diferente al que creíamos conocer. Para empezar, se jugaba de dos en dos, como el ajedrez, con un reloj para medir el tiempo de cada contrincante. Descubrimos también que existían numerosas palabras de dos o tres letras (OX, AJ, CUY, etc.), cuyo significado era muchas veces desconocido para los propios jugadores, pero que eran válidas y podían dar enormes puntuaciones si se situaban sobre determinadas casillas. También valían las conjugaciones verbales y existían aplicaciones para verificar las respuestas válidas o para jugar en línea con otros jugadores.

Pocos meses después, se convocó un Máster en Valencia y, muy temerariamente, me apunté. Ni siquiera sabía bien las palabras de dos letras…

¿Cuáles son tus virtudes y defectos como jugador?

Mi principal defecto ha sido la falta de preparación, no hacer listas ni estudiarlas y pensar que haber echado un vistazo a las palabras de 2 y 3 letras era suficiente. Pero lo cierto es que, a nivel competitivo, debemos jugar con muchos términos de uso poco frecuente en el lenguaje común.

En cuanto a virtudes, creo que hay que entender que el scrabble es un bonito juego, pero solo un juego. Hay que darle el valor relativo que tiene en la vida y en las competiciones debemos saber ganar y, especialmente, saber perder.

También me parece importante, aunque pueda parecer poco relevante en el juego, conocer el significado de lo que se pone y, de hecho, mi cerebro no es capaz de aprender un vocablo sin saber qué quiere decir.

Hoy por hoy el mejor de la categoría en España y con posibilidades de conseguir el segundo título de mejor progresión. El ascenso está a tiro de piedra. ¿Cómo valoras tu título nacional y la presente temporada?

En el Campeonato Nacional de 2022 quedé el último de todos los participantes. Entendí que, si quería progresar, debía preparar listas y estudiarlas para salir del hoyo. Creo que estos relativos éxitos son fruto de ese trabajo, así como de las partidas semanales que jugamos en el Club Zajarí y de lo que he aprendido de mis compañeros, algunos de ellos verdaderos maestros del Scrabble.

Aún se sorprenden que tu verdadero nivel está por encima de los sub 1800, pero la verdad es que como a muchos de la categoría se te destaca por la irregularidad en las competiciones ¿cuál sería la razón de ello?

Creo que las competiciones se han de preparar y jugar con una buena forma física y mental. No siempre he participado con esa buena forma. También la suerte cuenta, a veces para bien, pero otras para mal.

Eres jugador de duplicadas, donde también la irregularidad de resultados es un patrón, pero en esa modalidad se te ve más seguro ¿qué tiene la modalidad que tanto te atrae?

Las duplicadas me gustan, pues el margen de azar es menor. Todos jugamos con las mismas letras. Quizás sean menos entretenidas que las partidas clásicas, pues hay poca estrategia, pero son más justas.

Eres un pleno hombre de letras, pero en el scrabble a lo contrario que se cree, los de ciencias son más competitivos. ¿a qué atribuirías esa circunstancia?

Al final, no se trata de poner la palabra más bonita, sino la que más puntos nos dé. De hecho, la Semántica juega un papel muy escaso en este juego donde nos pasamos el día “oxeando”, “zaceando” y jugando con ñus y cuis. En ese sentido, el valor de ciertas casillas y el valor de las letras es lo que manda. Saber interpretar bien el tablero y las oportunidades que nos ofrece nuestro atril en cada momento tiene más que ver con una mentalidad científica.

Estrategas, cerradores, aperturistas… ¿Dónde te encuadrarías y en qué estilo de juego te encuentras más cómodo?

Personalmente, creo que el Scrabble abierto es más divertido y animado para ambos jugadores y a mí me gusta más. Pero lo cierto es que, desde que tengo un mayor dominio de las palabras de 4 letras, me siento más seguro en juegos cerrados.

Cuando sales de la Comunidad Valenciana o juegas contra jugadores de otras latitudes en España o Europa, ¿Qué diferencias encuentras y qué importarías de otros clubes para el juego valenciano?

No he visto grandes diferencias con jugadores de otras latitudes, salvo en el uso de cierto léxico. Sin embargo, desde el punto de vista organizativo, me gustó mucho cómo se hizo el Campeonato Europeo de Ginebra (2019) y creo que en España todos deberíamos tomar nota de muchos aspectos que vi en el mismo: hojas de anotación preparadas para indicar los comodines, las letras colgadas al final o las multas por tiempo; sedes en espacios emblemáticos de la ciudad donde se celebre el torneo; comidas y cenas organizadas para quien quisiera unirse a ellas; obsequios para todos los participantes; y, no menos importante, unos horarios e intensidad que hacían compatible jugar el campeonato con la realización de otras actividades con nuestros acompañantes. En España hay cierta obsesión por los torneos sobrecargados de partidas y es difícil hacer compatible jugar torneos y vida familiar.

¿Qué le ha aportado el scrabble a tu vida?

En ciertas ocasiones, la mente necesita distracciones. El Scrabble ha ido unido a mi labor como cuidador familiar que me ha obligado y me obliga a pasar muchas horas en casa de mis padres.

También me ha ayudado a conocer más y mejor la lengua castellana.

Y quizás lo más importante: me ha permitido conocer a personas con las que me siento muy a gusto compartiendo esta bonita y adictiva afición.