ENTREVISTA A RAÚL CAÑAS

Raúl Cañas es el actual campeón chileno tanto en clásicas como en duplicadas. En esta última además brilló preferentemente el pasado año con su quinto puesto mundialista, octavo del Austral y mejor progresión internacional. Competidor de juego cerrado cree que aún le queda afinar su fortaleza mental en los torneos largos, aunque su progresión es muy evidente. Es jugador de equipo y aspira a hacer crecer el nivel y organización en Chile, porque el 2025 tendrán un Mundial en casa, y eso enorgullece.

¿Cuándo empezaste a jugar y cómo?

Empecé hace más de diez años a mediados de la década de los 2000 solo en forma doméstica luego de que un amigo me enseñara el juego. Por supuesto que en ese tiempo no conocía todas las reglas y jugaba amistosamente.

Después de un tiempo comencé a querer jugar cada día más y mejor, por lo que ya no me satisfacía como juego doméstico, así que me puse a investigar si existían más jugadores y alguna competencia. Mientras aprendía mucho en una página llamada “Cruzaletras”. Fue así como encontré la página de la FISE en ese entonces y me di cuenta que existía todo un circuito a nivel mundial. Escribí preguntando por el encargado en Chile y una vez que me respondieron me puse en contacto con Víctor Sanhueza. Esto era ya el año 2016 y en pocos días nos juntamos a jugar y de ahí no me detuve más.

Abierto, cerrado, especulador, inconcreto… ¿Cómo te definirías jugando? 

Preferentemente cerrado y silencioso.

¿Cuáles son tus virtudes y defectos en el juego?

Mis virtudes, creo que son la paciencia y el riesgo. Paciencia porque sé esperar un buen atril cuando las letras no me están favoreciendo y el riesgo porque prefiero jugar una palabra de la que no estoy totalmente seguro a no jugarla y ver después de la partida que sí era válida y arrepentirme de no haberla jugado.

Actual campeón nacional y con los mejores resultados en la Liga Nacional en los dos últimos años. Con esto también el mejor chileno clasificado en el reciente mundial. ¿En qué momento y como progresaste para alcanzar tu actual nivel?

         Me costó mucho conseguir esos resultados, más de lo que imaginaba. Pero tuve paciencia tal cual como en una partida. El nivel de mis compañeros subió también durante los años y eso hizo que pudiera recién el 2022 y 2023 lograr algo significativo. Era un pendiente que tenía como jugador y sabía que me faltaba un buen resultado hasta que se dio.

Creo que ir a mi primer mundial en Buenos Aires 2022 me sirvió mucho para subir mi nivel. Ahí tuve la suerte de enfrentarme a los mejores del mundo y saber en qué nivel estaba realmente. Desde ese aprendizaje me di cuenta lo que debía mejorar y poder hacer frente a cualquier rival.

En duplicadas, ya no solo campeón nacional, sino quinto en el mundial, octavo en el Austral y con una de las mejores progresiones internacionales del pasado 2023. Ese quinto puesto mundialista es tremendo. ¿Es la duplicada tu punto fuerte?

La verdad es que la duplicada ha sido todo un descubrimiento para mí. Las primeras veces que la jugué me ponía muy nervioso y me iba mal por eso. De a poco le fui encontrando el encanto y pasándolo mejor que en la modalidad clásica incluso. La veo como un juego, un desafío contra mí mismo y eso me resulta muy entretenido porque la enfrento sin presión ahora. He logrado descubrir que se juega con una estrategia totalmente distinta que la modalidad clásica y creo que en eso está la clave.

El resultado en el último mundial me tomó por sorpresa, aunque sabía que me había ido bien, no esperaba ese quinto lugar. Puede que de a poco se vuelva mi punto fuerte.

¿Qué te falta para obtener en clásicas ese punto de alto rango con el que cuentas en duplicadas?

Me ha afectado el largo aliento de los mundiales. Los dos primeros días me va bien y los últimos dos me gana el cansancio y empiezo a sucumbir mentalmente quedando en el numeroso grupo de jugadores de buen nivel, pero en el promedio. De hecho el último día ya no quiero jugar. Por lo tanto lo que me falta es principalmente fortaleza mental externa al juego mismo, algo relacionado con la psicología deportiva. La alta competencia requiere mantener la motivación hasta el final.

El año que viene el Mundial será en Chile y es de imaginar que el objetivo además de organizativo cuenta también con preparar un elenco de jugadores competitivos ¿Qué le falta al scrabble chileno para dar un salto de calidad que le acerque más a las potencias en el juego en español?

Lo que viene en 2025 es un desafío de marca mayor en todo sentido. Ser anfitriones de un evento mundial constituye mucho trabajo y energía, además de la que hay que tener como jugador. Los scrabblistas de Chile tenemos mucha hambre de buenos resultados a nivel internacional y esperamos prepararnos de la mejor manera para lograrlo en nuestra casa. Hemos crecido poco a poco en los últimos años, pero creemos que hay mucho potencial para enfrentar un mundial incluso en los más nuevos.

Lo que nos falta radica principalmente es a nivel organizativo. La tarea de la personalidad jurídica y mayor difusión debe ser nuestro norte para lo que se nos viene y desde eso deberíamos poder seguir creciendo y dar a conocer el juego a nivel nacional. Aquí, a diferencia de nuestros países vecinos es muy desconocido, incluso es considerado como “exótico” que exista un grupo que nos dedicamos al Scrabble en forma profesional.

Se te considera un jugador de duplicadas, por ello, de amplio vocabulario, y un jugador todo terreno. Dosis que facilitan obtener buenos resultados. Con esos  factores de juego presentes, ¿En qué tanto por ciento distribuirías el azar, estrategia, vocabulario y psicología en el scrabble y cuál te motiva más?

No sabía que ya se me consideraba de alguna manera respecto al juego, pero gracias.

Leí una vez un extracto de una entrevista que le hicieron a Serge Emig y me pareció que su distribución era similar a la mía al enfrentar una partida en la modalidad clásica: Cincuenta por ciento de vocabulario, 30 por ciento de estrategia y 20 por ciento de azar. La psicología, la dejo justamente como dije antes, fuera de las partidas y como una debilidad personal y un factor que sobresale en la extensión de un torneo donde la fortaleza mental puede variar los resultados sobre todo en las partidas finales.

Si agarramos el juego chileno y lo comparamos con otros, como el aperturismo argentino, el estratégico venezolano, el español más cerrado. ¿Cuál sería la dinámica concreta de juego en el scrabble chileno?

Probablemente nos falta mucho para tener una identidad como grupo, sin embargo tenemos un grupo homogéneo integrado por varios jugadores venezolanos, así que podría decir que la estrategia de ellos sumado a algunas palabras únicas de Chile nos ayudan a dar algunas sorpresas en las partidas. Impredecibles.

¿Qué supone el scrabble en tu vida?

Se ha convertido con los años en una “profesión”. Profundizar en el juego y todas sus variables me toma siempre al menos una hora diaria ya sea jugando en la app, en tablero o anotando y/o estudiando palabras.

Si pudiera dedicarle más tiempo, lo haría, pero no hay ningún día sin scrabble para mí desde hace varios años. Es un bicho que te pica y no hay vuelta atrás, pasa a ser un vicio de los buenos (si es que existen vicios buenos).

Es tremendamente satisfactorio en el ámbito social poder conocer gente que disfruta del scrabble igual que uno y encontrarme con quienes ya considero amigos en los torneos.

Un apunte

Jugar domésticamente es una cosa, pero estar una semana sumergido en un torneo por tantas horas diarias es realmente un placer que pocos pueden entender y que pocos están dispuestos a hacer ya que el bicho no los picó.

Sé que los alcances del juego van mucho más allá que la mera entretención y me gustaría poder transmitir eso en mi país para que crezca tanto como en el resto de Hispanoamérica.

Muchas gracias Raúl y muchos exitos venideros