La mañana del sábado 14 de mayo desperté con los nervios a millón, como quien sabe que debe presentar una prueba y aun habiendo estudiado es imposible no sentir cierta ansiedad. Tratándose del Scrabble, es casi lo mismo. Hay alumnos de todo tipo. Los muy aplicados, los que con aprobar con una mínima nota se conforma, y los que les da igual el resultado…porque a fin de cuentas, hay que saber divertirse.
Llegamos a la sede donde tendría lugar el evento, y uno a uno fueron llegando los que serían mis posibles contrincantes. Si algo he aprendido en doce años de competiciones (interrumpidos por diversos motivos) es que no debes subestimar nunca a ningún jugador.
En la primera ronda me tocó enfrentarme con Eugenio Narciso. Ya conocía más o menos su estilo porque le gané en el torneo de Santandreu, cuando pasan estas cosas lo primero que se me viene a la mente es: se viene la revancha…Por supuesto que me centré en sentarme a ganar, pero bueno, esta vez podía tocarle a él, y le tocó. Ganó por una diferencia de unos veinte puntos, donde pasadas un par de horas me di cuenta que quizás el resultado hubiese sido otro si hubiera consultado su jugada NIDES (inválida); los nervios en plena ronda me bloquearon al punto de no hacerme dudar, aun cuando en alguna parte de mi cabeza sabía que sólo estaba ANIDES.
Al salir del salón se me anudó la garganta porque era consciente que estaba obligada a ganar las cinco rondas, fallar en una o más, me alejaría de la meta. Retumbó en mi cabeza aquellas palabras de Miguel Rivera desayunando en el Hotel Castellón Tryp “el Scrabble es como la vida, está lleno de aciertos y de errores”. Como te pueden joder o beneficiar los últimos.
Respiré hondo, hablé con José María y me liberé del mal trago. Recordé las charlas con Javier Lattuf, sobre trabajar la actitud ante el tablero, pero sobre todo ante las derrotas.
Alejandro Terenzani, me dio a luz en Scrabble. Pero, fue Isor Álvarez quien me hizo caminar a nivel competitivo…tuvo la paciencia y la dedicación para pulirme. Pensé en las inagotables tardes de partidas con Violeta Verde, Yuly Marcano y Luis Enrique Oliveros. En mi país tuve la suerte de foguearme con los grandes por cada categoría, porque allá al igual que aquí, hay demasiado nivel. Es como enfrentarse a una Hydra, cortas una gran cabeza y te vienen dos más igual de temibles.
La segunda ronda con Cristina, fue injusta. Me vino todo. Me sabe mal ganar así, más cuando aprecias mucho a tu oponente. Mi subcampeonato deriva también de las continuas tardes de prácticas que Santi y yo tenemos los martes con las hermanas telaraña.
La tercera ronda fue contra mi paisana Carolina Girón. Lo que le hice a Eugenio en Santandreu, me lo hizo ella en Hospitalet el pasado torneo decembrino. Sí o sí, hoy me tocaba a mí ganar. Parecía que me iba a dar la vuelta, pero me salvó la experiencia, y un TROVARIA que me devanó los sesos porque estaba la V puesta en el tablero; yo tenía un comodín, y era el único sitio donde podía meter el scrabble, alejarme lo más que pudiera y rezarle a todos los dioses para que ella no supiera cerrar la partida. Mi conteo final de fichas me indicaba que sus últimas letras eran DUG, había una O por allí donde podía haber jugado DUGO (no me la sabía y ella tampoco, la aprendimos ayer porque la vio Santi). Aún si Carolina la hubiese jugado, yo ganaba por dos puntos. Debemos pulir los cierres, es algo en lo que todavía fallo, aun llevando el conteo de fichas.
Hora de almorzar. Santi y José María, ya me iban a poner la cabeza como un tambor, que si gana este y la otra falla, tú todavía podrías tener chance y tal. Los frené en seco. No quería saber nada del desempeño de Marga, Txema y nadie más. En ese momento sólo quería comer y ya luego enfocarme en ganar las dos restantes…y que fuera lo que Dios, Zeus, Odín, el Buda y todas las deidades quisieran. Lo que es del cura va pa´ la iglesia.
Cuarta ronda. Me toca jugar por primera vez con Agnes. Le gané. Otro mal sabor, porque somos del mismo club, por supuesto quería que todos los de Santandreu fuéramos podio. Pero en la vida y en el Scrabble no siempre se puede obtener todo lo que se desea. Fue casi hasta el final una partida de tablero muy pero muy cerrado, en parte fue una ventaja para mí, porque la mayoría de los venezolanos tenemos tendencia a cerrar…lo opuesto a los argentinos que son más de juego abierto.
Quinta ronda. Me tocó con la Campeona, que hasta ese momento iba invicta. Me senté a ganar, pero también a divertirme porque me lo tomé como si fuese otra tarde de un martes. Marga, en su segunda jugada me pone CALOIDES, automáticamente pedí consulta. Me sonaba de algo, del bachillerato. Jugada inválida. Respiré…cabe acotar que mis partidas con Marga, siempre son de infarto, la victoria puede ser para cualquiera de las dos. Ni corta ni perezosa, la loba venezolana hizo uso de su mote para jugar un LOBEASEN, pegándome de una E suelta. Menos mal jugué esa. Porque primero había visto ABOCELEN, con una C que estaba en la parte superior derecha, me habría mandado una cagada porque no está abocelen, BOCELEN es la válida. Le llevaba a Marga una diferencia como de 200 puntos y de poquito a poquito me remontó, no la cagué en la entrada pero si a la mitad. Tenía CORTEIS y Marga había jugado CULOS, fui osada y también estúpida (jajajajaja) pensando que quizás podría estar CULOSO. ERRORRRRRRR, es CULILLOS Helencita, esa sí que está, me dije mentalmente cuando levanté mis fichas. Marga hizo lo suyo y empezó a cerrar tablero, sólo abrió cuando le vino el comodín y me jugó SEDARÍA dejando abierto un nonuple, se escapó pero por poco, porque allí mismo le jugué DISTRAER con la A que me dejó pagando. Fui bendecida en mi atril final con la Z, la RR y el comodín…lo que me permitió jugar un ZURRÓN de 60 puntos que me devolvió el alma al cuerpo porque Marga cargó buenas fichas en su último atril. Lo verán en la foto adjuntada en este relato. Gané, pero más allá de tener que esperar por los criterios de desempate algo dentro de mí sabía que esa copa era de Marga. Y está muy bien y me alegro por ella, no en vano la ha ganado tres veces.
Este torneo me sirvió para reivindicarme y reconciliarme conmigo como jugadora. Saber de qué estoy hecha y que cosas puedo lograr cuando me lo propongo. Patxi, ayer me dijo algo que tiene sentido: hay quienes vienen sólo para jugar y otros vienen a competir, y para competir hay que estudiar y prepararse. Ayer fui a competir, hice la tarea bien, porque estudié y me preparé, en cuatro rondas pude jugar varias de las palabras de mis listados de estudio. También me ayudó mucho hacer un conteo de letras muy similar al que hace el tito Enric.
Gracias, será hasta el próximo torneo.
Felicitaciones por ese logro y lo que hemos dicho siempre…¿Quieres ganar? … ¡Estudia, todos los días! Éxitos, mi niña.
¡Nada, muy buen desempeño y a seguir estudiando y practicando! ¡Felicitaciones!!!