Se ha dicho que el juego del scrabble es una combinación de conocimiento de vocabulario, suerte y estrategia y que todo jugador que posea, sobre todo, la primera y segunda condición, estará listo para triunfar y ser reconocido entre los mejores.
De manera simple parece una verdad absoluta. Un amplio repertorio de vocabulario y una capacidad estratégica precisa a la hora de hacer las jugadas, cambiar fichas y en alguna inusual ocasión pasar en un turno con un buen atril de letras, son armas de guerra a favor de un escrablero definido como talentoso y de gran nivel.
Aunque, no dejo de hacerme la siguiente pregunta: ¿son estas premisas anteriormente mencionadas las que avalarán a un jugador como campeón? Mi respuesta es un NO rotundo.
Además de poseer una buena estrategia y un conocimiento de palabras rebuscadas, prefiero apostar al escrablero con espíritu de batalla, aquel que nunca se rinde y que domina todo tipo de presión, sobre todo en los momentos que la partida se pone difícil en la recta final.
La mística ganadora, esa intangible, imposible de ser reflejada por la estadística, es la que determina, a mi juicio, qué jugador tiene el bagaje o talante para estar entre el círculo de los mejores y ser un gran campeón.
Puedo citar unos cuantos nombres como Benjamín Olaizola, Airán Pérez, Luis Picciochi, Claudia Amaral, Carlos García y Diego González, todos campeones mundiales en años anteriores y, temporada tras temporada, ubicados entre los mejores del ranking mundial y en sus respectivos países.
Esa fe ciega de creerse el mejor, que todo lo puede, que todo lo tiene bajo control es vital para triunfar en la vida y, por supuesto, para ganar títulos en scrabble o cualquier disciplina deportiva o de la mente.
Finalmente, sostengo, que el scrabble es una combinación de 33% conocimiento de vocabulario, 33% estrategia, 33% factor suerte y un uno por cierto de intangible, o mística ganadora, que nunca la vemos, pero que está ahí, siempre presente entre los grandes que marcan la historia.
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Extraido de http://ivott.blogspot.com.es/ con permiso de su autor
Coincido pero se pueden dar más factores capaz restar ese 33% de cada una a un 32 o 31% el nivel anímico es vital a la hora de anagramar, el no rendirte ni dar la partida perdida al final te hace ganar partidas que muchos abandonarían, el aspecto psicologico, el respeto hacia el jugador que tienes en frente,muchas ve es es más importante que la suerte y que los otros factores, a groso modo podemos mencionar los tres comunes suerte, estrategia y vocabulario pero si los tienes todos y empieza la partida con ti rival colocando dos scrabbles de 90 seguidos ti primer pensamiento debe ser «como puedo revertirlo y remontar?» Al contrario de » que suertudo, así no se puede».. abrazos