Y AHORA…¿QUIÉN SE ACORDARÁ DE RIERA?

Tras el conocido como “el desastre de La Habana” de infausto recuerdo para la afición española, Antonio Álvarez que hasta esos días era conocido como “el gran capitán” fue cesado sin contemplaciones. Ni derecho a réplica tuvo.

Ni que decir tiene que bien bien no le sentó, las cosas como son, especialmente cuando bramaba aquello de “os acordareis de este día”. Pero vamos que los inteligentes dirigentes del scrabble español, que algo tenían que hacer, sea dicho de paso, lo tenían todo atado y bien atado. Escogieron a Jose María Riera para sustituirlo. Tres años llevaba tras ese puesto, quitarlo y ponerme a mi …quitarlo y ponerme a mi…decía

A Riera, “el azote de Dios”, nadie le hacia caso, pero aquello de La Habana hizo daño y se le llamó para enderezar la nave, el rumbo de nuestro scrabble patrio. El catalán aceptó el reto y puso sus condiciones: él escogía a quien quisiera y sin cortapisas a sus decisiones, libertad para sus actos. Y así se hizo.

De esta guisa, Riera fue más valiente que nadie: que España se jugaba el tercer puesto contra México, valientemente sienta en el banquillo a Álvarez y Enric (dos campeones del mundo) y saca a Jose Montes que ese día había perdido las cuatro que había jugado. Con la flor en el culo, Montes derrotó al mismísimo Ortega y España ganó.

Pero es que luego se juega el Mundial de Lille y lo primero que hace es no convocar al en ese momento campeón de España, Rick de las Casas, pero que digo, es que no convocó ni a la revelación Peláez, ni a la mayoría de la creme de la creme de ese momento. No le salió bien la jugada, pero volvimos a pisar podio.

Riera luego fue cuestionado por algunos jugadores y una asamblea española volvió a ratificarlo en su puesto, y España volvió a hacer aguas en otro mundial. “Una más por favor”” suplicó y se le dejó capitanear a la selección en Playa del Carmen. No contento con el perdón, volvió a poner sus condiciones y para sorpresa de todos, no convocó al campeón de España y campeón del Master, Henares. Tampoco a Neme Moreno que ya ven, iba para ganar el Nacional. “No me temblará el pulso”…decía…y no le tembló. convocó a Marina Colson y algunos despotricaron de él… una novata??… Acertó y su apuesta franco española, ganó todo lo que jugó. Descomunal, pero…. nuevamente el fracaso español y a casa por la puerta falsa. Individualmente lo que quieras, pero en selección somos una pena. Y nada que de vacío nos volvimos.

 

En España, harto de ser un incomprendido, Riera puso su cargo a disposición. Se aceptó y fue cesado. Sin más, fuera. Con el rabo entre las piernas la dirigencia española llamó a Antonio Álvarez, “oye mira queee, ¿¿¿y si diriges a la selección???”. Álvarez, no hizo gestos, ni muecas, y dijo SI, y además sin condiciones, todo lo contrario que “el azote”.

El granaino impasible, no se dejó oir, fue pasito a pasito, vio de lo que disponía, les dijo lo que había. Los concentró y el primer día buscó la confraternización todos juntos; al segundo les dio vidilla y libertad para hacer lo que quisieran, y el día de marras, lo bordó.

Como hacia años, la afición española se golpeaba el pecho, suspiraba y recordaba aquellos años de travesía por el desierto, ¿a qué quieres que te gane?,  A por ellos oe oe,…y Álvarez nos dio de nuevo la gloria y la esperanza. Un futuro.

En su casa de Barcelona, Riera vivió la hazaña en silencio. Cuentan que hay quien le vió llorar tal Boabdil por aquello que no supo ganar; se rumorea que se mofó del equipo; se dice que volvió a intentar su readmisión. Pero vamos que eso duro un “no res” como se diría en catalán. Que se quedó sin dormir por la madrugada, que abrió una botella de cava, que se emocionó, y que aún le dura la resaca.

Somos CAMPEONES DEL MUNDO y a partir de mañana, ¿Quién se va acordar de Jose Maria Riera?. Lo intentó y no pudo, y ahora todos somos ANTONIO.

 

 

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Un comentario sobre “Y AHORA…¿QUIÉN SE ACORDARÁ DE RIERA?

  1. La maestría de Antonio es indiscutible pero hay que romper una lanza en favor de su predecesor. Incluso el éxito de ahora sería inconcebible sin el triennio de Riera.
    Como bien rescata el artículo las apuestas del seleccionador, Marina el año pasado, fueron impecables y el infortunio impidió el éxito anterior.
    Sin embargo, Riera dotó al combinado de ese espíritu de superación en la adversidad que ha ayudado a arrasar en Panamá con el maestrazgo del nuevo seleccionador.
    Así sería ingrato de parte de los aficionados y jugadores de la AJS el olvido.
    Incluso reeditar la Gloria panameña es, en mi humilde opinión de jugador lejano al nível de seleccionable, podría pasara por la capitanía compartida de Antonio y Riera en Uruguay 2020.
    Aunque el cuarteto de campeones, enhorabuena, se ha ganado de antemano el derecho a defender título.

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