IVÁN OTTENWALDER

Iván Ottenwalder es dominicano y en este mundial se ha alzado con el título en el Torneo Extra. Hace dos años nos hablaba de su experiencia tras debutar en un torneo Internacional.

En el 2008 obtuvo el tercer puesto en el campeonato nacional. Durante años sin poder competir en su país por falta de organización, ansiaba la competencia internacional y por fin recientemente debutó en el torneo alternativo premier del Cuba Scrabble donde finalizó en segunda posición. Este periodista y articulista es popular en los medios sociales por su ímpetu para con el scrabble. Nos habla de su experiencia y de sus objetivos

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¿Cuándo empezaste a jugar y cómo?

Todo este romance empezó en el año 2005. En el verano de aquel año había comprado un tablero de scrabble en una tienda muy popular de Santo Domingo. Me leí el instructivo de juego como dos veces. Mi padre también hizo lo mismo pero luego me dijo “eso no es para mí”. Pero al menos para mí si lo fue. Mi primo Óliver también leyó las instrucciones de juego y pusimos manos a la obra. Jugamos las dos primeras partidas de nuestras vidas. Me acuerdo que fueron pésimas y muy escasas en vocabulario. Él, que fue quien menos mal jugó, ganó las dos. Esa misma noche fuimos a casa de nuestro primo Yamil, quien nos enseñó a jugar la modalidad multipalabras, aunque te admito, algunas de nuestras reglas estuvieron equivocadas.

En 2006, navegando por el ciberespacio, descubrí que existía una website para jugar al scrabble de forma virtual. Era www.redeletras.com. Me acuerdo de mis primeras quince partidas. La mayoría las perdí, pero gané unas cuantas. En 2007 me hice más asiduo a esta web. A finales de ese año y por iniciativa mía, aunque Guillermo Bodden fue el hombre de la acción, nos reunimos por primera vez en un club capitalino Lumis, Luchy Bottello, el mismo Guillermo y yo. Jugamos scrabble de manera presencial, aunque sin reloj. Semanas después se integrarían Papo Lopéz, Roan y Wagner Méndez. Nos pusimos de acuerdo en la creación de una asociación y así nació Scrabble Dominicana.

 

 Acudir al Internacional Cuba Scrabble ha sido más que un reto, un sueño cumplido. ¿Qué conclusiones has extraído como amante del scrabble?

 1-     Que no es lo mismo jugar online que presencial

2-     Que tampoco es igual jugar sin crono que con este. El reloj te presiona en ocasiones.

3-     Aprendes a conocer diferentes estilos de juego, adquieres más temple como escrabblista y a defenderte de las malicias de algunos contrarios.

 

Contabas en tus crónicas desde La Habana, que tu primer encuentro con los jugadores cubanos fue un impacto. Nada acostumbrado al juego con reloj y al presencial fue un auténtico aprendizaje sobre la marcha. ¿Qué te sorprendió del nivel cubano sobre los tableros?

 Allí encontré, sobre todo en las partidas de práctica, muy buen repertorio de vocabulario, gente que juega más cerrado que abierto y viceversa. En cuanto al reloj, pues sí, tuve que aclimatarme en pocos días de fogueo y así llegar al torneo. Ahora, te confieso, en la mayoría de las partidas el crono me alcanzó bien, fueron en pocas donde se me agotó. Con reloj hay que tener más agilidad mental para calcular las fichas puestas en el tablero y las que quedan. Lo mismo, cuando ya queda cero en la bolsa, determinar lo que nuestro (a) oponente posee.

 

 El scrabble dominicano en el 2008 parecía estar predestinado a evolucionar, pero se produjo un parón e irremediablemente un retroceso organizativo. ¿Existe posibilidad de volver a ver la competitividad en República Dominicana?

 Scrabble Dominicana tuvo un buen 2008. Nos reuníamos cada dos semanas, primero en el Club Naco y después en casa de Lumis. Llegamos a coordinar promoción. Guillermo Bodden fue entrevistado por la prensa en par de ocasiones. En 2008 se llevó a cabo, en la librería Thesaurus, y a través de pantalla gigante, dos partidas online entre Guillermo Bodden y Héctor Klie. La asistencia fue un lleno total en total. En 2009 Bodden pudo hacerse de una caseta en la Feria Internacional del Libro y llevar a cabalidad una presentación titulada “Juguemos scrabble”. También tuvo buena acogida. Pero, desafortunadamente, fue en ese mismo año donde casi todos los integrantes se desapartaron y alejaron. Así se desinfló la organización.

Creo que si todo volviera a nacer ya sería con caras nuevas y un nombre distinto para la organización.

Ivan - Roberto A PortoAntonio - Ivan

Jugar el Torneo Premier equivalía a no poder optar a conseguir plaza mundialista. ¿Por dónde pasan tus objetivos como jugador? y ¿Qué expectativas barajas para el futuro? 

 Me motivaba pero también sabía que la plata no me alcanzaría para el mundial de octubre.

En el aeropuerto José Martí me encontré con un periodista dominicano a quien le había hablado del scrabble y mi participación en el torneo habanero. Me pidió mi número telefónico, correo email y la dirección de mi blog. Me dijo que le interesaba realizarme una entrevista para su programa de televisión.

Aunque en la República Dominicana no he podido hallar un núcleo de jugadores que les apasione el palabras cruzadas, aún me mantengo atento. No dejo de escribir en mi blog. Cada vez que Bodden hace el viaje de Punta Cana a Santo Domingo nos reunimos a jugar en alguna plaza comercial. Y te manifiesto, hay gente que nos observa, aunque no se animan. En el país hay personas, creo que bastante, que han jugado al scrabble en algún momento de sus vidas, ya sea en la niñez o en la juventud, pero que luego lo dejaron y hoy en día alegan que no disponen de mucho tiempo. En verdad la vida laboral acá es muy agitada y rápida. El scrabble es un pasatiempo que se vende bien en las jugueterías dominicanas, pues por algo no lo han retirado como producto de venta. El problema es cultural. Los papás y mamás dominicanos que les compran juegos educativos a sus hijos no les enseñan cómo jugarlo. Ellos deben ser los primeros en leerse los instructivos, aprender a jugar y luego transmitirles la enseñanza a los niños. Deberían jugarlo con ellos, en familia y al menos una vez a la semana. Así se crearía una dinámica de juego que posteriormente daría, como resultado, una cultura. Aunque debemos reconocer que ya la tecnología de la computación, el uso masivo de los celulares y las consolas de videojuegos, le permite a mucha gente jugar de manera virtual con personas de otras latitudes. Eso, aunque nos duela, ha mermado la fiebre por los juegos educativos en forma presencial. Tenemos una sociedad obsesionada en los aditamentos tecnológicos, que hace más vida virtual que real.

 

Cada vez que conozco gente nueva, en algún momento le hablo sobre mi pasión del scrabble. Aunque no haya tenido éxito en cautivar adeptos nunca dejo de insistir, claro, sin desandar en mi propósito de ahorrar para viajar a jugar scrabble una vez al año. En 2015 di el primer paso.

 

Abierto, cerrado, especulador, inconcreto ¿Cómo podrías  definir tu juego? Y ¿qué crees necesitas para evolucionar al nivel de los grandes jugadores internacionales?

Al principio juego abierto, aunque después, y cuando me hallo en ventaja me vuelvo defensivo, sobre todo en recta final. Constantemente voy llevando cuenta de las letras que van quedando, las duras (de alto valor numérico) y las vocales. Cuando observo que ya no quedan muchas vocales en juego y he acaparado casi las últimas, sé que puedo neutralizar a mi oponente. Si estoy en ventaja, o perdiendo por escaso margen, no las cambio, sino que trato de mejorar mi atril, para luego ver si cuento con la generosidad de la bolsa. También poseo mis fallas. En ocasiones soy capaz de aprovechar un mal atril para hacer muchos puntos, en otras, un puntaje penoso. A veces me obstino en cambiar o jugar una sola ficha, lo que disminuye las posibilidades de que obtenga de la bolsa lo que ando buscando. A veces me la juego como superestrella, en otras como mediocre.

Debo mejorar el manejo del reloj. Necesito más juego con el crono de los 30 minutos de cuenta regresiva. También más vocabulario, aunque el mío sea aceptable.

 

¿Qué ha aportado el scrabble en tu vida?

 Una nueva cultura de ocio. Una razón para escribir, especialmente en mi blog. Una esperanza de poder alcanzar reconocimientos y premios que, en otras competiciones, jamás obtendría. Eso quedó demostrado en el internacional cubano. El scrabble estuvo a punto de darme el primer trofeo en toda mi existencia, de no haber perdido la final del grupo Premier. El scrabble es como una razón para el esparcimiento. Podría mañana ganar más dinero en cualquier lugar, pero el scrabble nunca lo dejaría, todo lo contrario, me apegaría más a él. Si tuviera hijos y muchos lujos, quizás no sea feliz, pero con el palabras cruzadas, si lo soy.

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