Javier Peláez fue el mejor jugador debutante en el reciente Mundial de Lille, y ello aderezado con un octavo puesto y un record de anotación de scrabble entre otros numerosos premios menores. Exitoso debut mundialista para un jugador que en España se mantiene por derecho en el top 10 y está llamado a ser uno de los grandes.
Debutante en la competición la temporada 2011-2012, actualmente incluido en el top 10 español y en tu primer mundial alcanzas una brillante octava posición. ¿Habías imaginado por algún momento llegar hasta este punto?
Desde luego que no. Entrar en el top ten de un mundial es algo que anhelan todos los jugadores que acuden a él, independientemente de cual sea su posición final en el cuadro del torneo. Hay jugadores que sin ejercer demasiado esfuerzo lo consiguen sin problemas y hay muy buenos jugadores que no lo consiguen. A mí me salió bien el invento.
Empiezas el Mundial de Lille con discreción, pero conforme avanza la competición entras de lleno en las primeras mesas hasta convertirte en la revelación del torneo. ¿Cuál fue el punto de inflexión donde te das cuenta que puedes hacer un gran torneo?
Sin duda alguna fue el momento de entregar la hoja de puntuaciones finales que afirmaba que yo había resultado vencedor en la partida que disputé con Benjamín Olaizola. Recuerdo perfectamente que en ese breve descanso entre rondas pude esclarecer que llegado ese punto, podrían obtenerse otros de igual forma. Durante el desarrollo de esa partida en concreto pude experimentar una relajación y un estado de ánimo/conciencia superlativos, que fue repitiéndose durante las rondas sucesivas. Después de eso todo fluyó suave como la seda. Basta decir que de las últimas 11 rondas gané 9.
Hay quien habla que tu base en el juego online de OPQA, amén de una preparación específica en la estrategia son la clave de rápida evolución en el juego ¿Dónde radica el verdadero secreto en tu preparación?
Puedo afirmar que el verdadero secreto de mi preparación consiste en trabajar con algún tipo de cronómetro. Primero fue OPQA y luego partidas completas con el Dupmáster. La mecánica de concentración condensada en un breve espacio de tiempo, fijación de jugadas múltiples en el tablero y la realización de diferentes cálculos que acompañan la decisión final de establecer una determinada jugada implanta en la forma de jugar el estilo que podemos definir como competitivo. Siempre lo he defendido y lo defenderé: el jugar duplicadas sin duda mejora el nivel de juego clásico. Se adquiere vocabulario, aumenta la agilidad mental (que hace que no perdamos mucho tiempo en nuestro turno) y sobre todo, nos fortalece psicológicamente de cara a la competición.
Jugador del Club Azeuxis de Sevilla, desde un principio te apartas del esquema de juego del equipo, el conocido macramé. Aun así y de esta manera la influencia de los compañeros de equipo se deja notar ¿Quiénes tienen que ver más directamente con el Javi Peláez jugador, que conocemos?
Yo creo que hay un nombre que sobresale por encima de todos en este apartado. Es María De Arcos. Es alguien tan especial que deja huella en cada persona que le rodea, y está envuelta en un halo propio, algo muy difícil de ver en los tiempos que corren. Sin duda fue una de mis grandes valedoras en mi participación en el pasado mundial de Lille. Ella es la persona que me asiste en mis momentos de debilidad psicológica (por llamarlo de alguna manera) y es ella la que me ha enseñado las exquisiteces del noble arte del “catenaccio” sevillano.
Otro tanto ocurre con Rick De las Casas, un jugador que despliega tal arsenal de maniobras de cierre que estimula las áreas más creativas de mi masa encefálica.
Tras la experiencia internacional, el regreso al Circuito español no ha empezado con el mejor pie en la defensa del título de campeón andaluz. Si entendemos que aún es pronto y que incluso el campeonato de España 2017 se juega en Fuengirola, ¿Qué objetivos te marcas para la presente temporada?
Ahora mismo el principal objetivo que tengo en mente es seguir conservando el puesto de top ten que tanto me ha costado mantener. Ganar un torneo no es imposible pero desde luego se puede definir como anecdótico y conseguir podios en torneos oficiales se vende muy caro, dado el alto nivel de competición al que se ve expuesto cualquier torneo al que asisto. Pero no olvido que el principal objetivo es el gozo y el disfrute.
Los nuevos cambios en el reglamento de léxico y la renovación del lexicón FISE a partir del uno de enero, ¿cómo crees puede afectar a la competición?
Mi experiencia personal me dice que va a cambiar drásticamente la forma de jugar. En literal. La eliminación de cuantiosos verbos regionales españoles y la admisión de las palabras cortas de dos y tres fichas son clave para entender dicho cambio. Me refiero sobre todo a gestión de atriles y a la estimación acerca de la preferencia de unas letras sobre otras. Por poner un ejemplo, puedo decir que actualmente existen muchos verbos, de los antes citados regionales, que contienen la J y que con el lexicón moderno van a desaparecer, ocasionando que esta letra se cotice muy al alza y que sea más complicado ponerla en juego en scrabbles o palabras largas.
Dirigiendo el foco hacia los niveles de competición, puedo esclarecer que afectará a los jugadores de élite, por el amplio bagaje léxico del que disponen y por el detrimento de una sólida base en la que se amparan. Los nuevos jugadores lo tendrán más asequible, ya que se ven recompensados con la aceptación de numerosas palabras que atañen a ámbitos procedentes de las redes sociales, términos con los que la inmensa mayoría de la sociedad está familiarizada.
Personalmente puedo decir que estoy satisfecho con este cambio. El panorama que se abre paso me ofrece nuevos retos e incentiva mi afán de superación, favoreciendo la clara evolución hacia horizontes más lejanos. Por fin lexicón y diccionario se dan de la mano, haciendo posible que de cada jugada que realicemos pueda identificarse su significado y áreas de uso con la consiguiente profundización en el conocimiento de nuestra lengua.
Sexta temporada en el Circuito español y dos competiciones internacionales de peso. ¿Qué jugadores te han sorprendido más en ambas experiencias?
En este apartado tengo que concentrarme en el factor de la personalidad, más allá del nivel de juego, que es más conocido. En esta experiencia internacional tengo que quedarme con personas, más que jugadores. Me vienen a la mente Ivette Blanco, que irradia bondad y limpieza de corazón allá por donde va y que me hizo la convivencia más acogedora con sus múltiples muestras de afecto. Inconmensurable fue Jesús Flores, con su cercanía y su camaradería, una verdadera pena el no haber jugado con él. Atónito me quedé con mi tocayo Javier Guerrero, que me vació su copa de cerveza en la mía (de agua) la primera noche de mi estancia en Lille (sin apenas conocernos de nada) y mi estreno en el mundial clásico. Inolvidable la presencia de Marcos Araque, un ejemplo de cómo se puede ganar y perder en el juego con elegancia y caballerosidad, algo en lo que siempre quiero verme reflejado.