En su libro Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, Dale Carnegie sugiere conocer y memorizar los nombres de quienes nos rodean para tener éxito en las relaciones sociales. “Para toda persona, su nombre es el sonido más dulce e importante en cualquier idioma”, establece el autor.
Los orígenes de los nombres son diversos y hay diccionarios para conocer su significado -y hasta las características en la personalidad de quienes los llevan- pero hoy veremos algunos ejemplos que nos brinda el Diccionario de la Real Academia Española (www.rae.es) al tratarse de sustantivos, adjetivos y hasta verbos (como armando, amado, alejo, lidia y rolando).
Entre los más conocidos están los nombres de flores -rosa, azucena, dalia, violeta, lila, jazmín, margarita, hortensia, belén, camelia, azalea, magnolia-, y los que ha provisto la religión, como adoración, angélica, concepción, inmaculada, natividad, encarnación, santos, consuelo, dolores, gloria y salvador.
La lista de nombres que encontramos en el diccionario con variadas y conocidas definiciones es muy extensa: alma, flor, estrella, estela, lucero, aurora, nieves, paloma, perla, rubí, jade, esmeralda, prudencia, clemente, inocencia, esperanza, soledad, victoria, victoriano, iris, marina, justo, mina, marcos, blanca, celeste, domingo y julio, entre otros.
Pero hay casos curiosos: mateo es la forma coloquial en Chile de llamar a una persona que estudia mucho, así como una ramona en El Salvador y Honduras es una mujer dominante y mandona.
También están las palabras derivadas de personajes bíblicos: adán es un hombre desaliñado; quien siempre se lamenta es un jeremías; un lázaro es un pobre andrajoso; salomón se le llama a alguien muy sabio; y una magdalena es una mujer visiblemente arrepentida de sus pecados.
Un ramiro es un carnero; el jorge, un escarabajo; se identifica como isabelo o isabela a un caballo o yegua color perla; la melva y el lucio son tipos de pez y el martín es un ave. El bruno es una ciruela negra y la claudia, una ciruela verde y dulce; la clementina es una variedad de naranja; el diego es una planta originaria del Perú y la petra, una planta chilena. La melisa es también una planta y el nombre de su flor al igual que la verónica que, además, es un lance en la tauromaquia.
La carolina es un árbol en Cuba y también el gentilicio para las Islas Carolinas, situadas en el Pacífico. Los gracianos son los originarios de Gracias a Dios, una ciudad hondureña, mientras que josefina y josefino son gentilicios para las ciudades de San José en Costa Rica y Uruguay.
La pamela es un sombrero de paja para las mujeres; la rebeca es una chaqueta femenina sin cuello y con un primer botón a la altura de la garganta (viene del filme “Rebeca”, de Hitchcock, cuya protagonista usaba prendas de este tipo); una lolita (en alusión al personaje de la novela de Nabokov) es una adolescente atractiva y seductora. A los adolescentes en Chile les dicen lolo y lola.
Se les llama isidro e isidra a los aldeanos que acuden a a las fiestas de San Isidro, en Madrid. En esta ciudad española, una manuela es un coche de alquiler abierto y tirado por un caballo, mientras que un simón es un taxi de plaza.
La carola es una danza antigua acompañada de canto; el carmen, un verso o composición poética; leticia se le llama también a la alegría; la celia es una bebida antigua hecha de trigo; la carla, una tela hindú; carlota es un tipo de torta; el ramón es un ramo que usan los pastores para apacentar el ganado; un santiago es un lienzo que se fabricaba en Santiago de Galicia y una diana es un toque militar.
Hay un sinfín de nombres fáciles de identificar como vocablos de nuestro idioma, como el mío: una norma es también una regla a la que se deben ajustar conductas o actividades. ¿Cuáles otros recuerdan ustedes?
¡Hasta el próximo juego de palabras!
Garza es comunicóloga independiente, vive en Austin y promueve la riqueza de nuestro idioma a través del Scrabble. Forma parte del Club de Scrabble en Español de Texas y ofrece clases gratuitas a quien desee aprender. Enviar dudas y sugerencias a normaeveliagarza@gmail.com
Alguien, supongo que un filosofo antiguo, expreso una vez «nunca te acostaras sin saber algo nuevo» celebro tal expresión y la corroboro después de leer su muy ameno e interesante articulo sobre los nombres, a la vez que alabo su deseo de querer hacer del conocimiento de todos la excelsa riqueza de nuestro idioma, le deseo toda la energia y suerte en tan magnifico empeño!!!
Como siempre, Norma Garza nos regala con un artículo interesante, atractivo, culto, bien documentado y encantador, igual que ella.
Muy buen articulo, claro esta que hoy en día no creo que muchas niñas se quieran llamar «Catalina» :-)
Saludos