Tori Martinez (Scrabble Santandreu) se impone en el Abierto de Castellón completando el podio con Juan José Mula (Club Escrabelico) y Pepe Baynat. Para el campeón es su segundo triunfo de temporada tras Murcia en Enero justo también por delante de Juan José Mula. El mejor sub 1800 fue para la jugadora del Scrabble Altafulla, Maria José Lapieza que superó a Andoni Castellano.
CRÓNICA
Con su triunfo en Benicassim, el «ciclón de Moncada», «el padre del winter» o el «rey del mediterráneo» (como se le quiera llamar a Tori Martinez) certifica su gran temporada, una vez en enero venía de ganar su segundo murciano consecutivo. Curiosamente Juan José Mula le acompañó en el podio en ambas ocasiones (otro as de la temporada).
Al «nefario» se le veía claro que iba a estar ahí arriba desde el primer momento, aunque Santi Rosales le arrebató la primera mesa a la mañana de la segunda jornada. Circunstancia sin futuro, conocida la habilidad del «gaseosa» para perder todas las partidas dominicales y ya van cuatro en esta temporada.
Con Tori lanzado hay que ponerse a temblar y entonces la guerra particular por el podio se ciñe a jugadores que esta temporada están siendo relevantes. Primero, el «crápula», el último blaista, un jugador que por fin ha encontrado su juego, maravillando en todas sus participaciones del curso. Para ponerse arriba se deshizo de Santi Rosales (cosa fácil un domingo), y además con dos certeros estacazos, pero antes tuvo que ponerse las pilas tras un arranque algo duro.
Brilló Pepe Baynat. dos veces podio en tierras valencianas, la joya del Club Castalium. También arranco con irregularidad haciéndose fuerte a cada ronda del torneo y aún con el peor criterio de desempate, dando muestras que él si sabe ganar los domingos.
Encandiló Camprubí, el campeón del año pasado, la sorpresa del Abierto de Cerdanyola. Uno de esos jugadores con tanta modestia que hay quienes creen que lo suyo es todo suerte. Y no es así, porque ha demostrado que lo suyo es grabar sus partidas, aprender continuamente y empaparse, hasta el punto de acertar con un scrabble y recordarte que ese se lo enseñó Serge Emig, o que el otro se lo vió poner a Rivera.
Xavier «Campru» se lo jugó todo a una carta contra Tori en la última ronda. Sólo él era el único que ganándole podía hacerse con el Abierto. Pero no pudo y el campeón fue claro: «Le gané porque de las cuatro letras que quedaban en la bolsa solo una me venia bien, y fue la que me salió».
Maria José Lapieza, sub 1800 de vocación y ascensor oficial de la competición, tuvo por primera vez su opción a podio aunque Baynat no le dejó ni intentarlo. No venía de dominar el «sub 1800», porque para eso el «león de San Mamés» Andoni Castellano había sido estrella todo el torneo. !Que pena lo suyo!. Llegó a ser líder de la competición y demostrándolo todo en las primeras mesas, pero la inexperiencia en estas lides le pasaron factura y acabó segundo en la categoría y octavo en el torneo.
Entre los demás jugadores hubo de todo un poco. Por ejemplo: del «insurto» Rosales mejor ni hablar, porque no habrá en el Circuito jugador más irregular. Los hay que tuvieron también su oportunidad y casi se meten por el podio, a Jose Vicente Gil le cerró Tori y a Tavi Mocanu, la mismísima Lapieza.
Ni sombra de si mismo fue Miguel Ángel Henares, que llegó a afirmar que ya no sabe lo que es un comodín; Elena Tazón, la mejor en la previa nocturna al torneo, y a la que como castigo hicieron enfrentar dos veces con su pareja; o Joana Rubio, amiga de consonantes y zamarrazos sin escrúpulos.
Los sub 1800 del torneo casi que jugaron otra competición, porque tampoco pudieron con el empuje de la «living» o Andoni. Quizás Malpartida `pudo haber tenido más suerte, porque en dos ocasiones casi se mete en la pomada de la competición, especialmente cuando puso entre las cuerdas a Xavi Camprubí; también Campanella pudo acercarse aunque arriba de categoría le cuesta hallarse seguro.
Graciela Dalmas y Maria José Monreal cumplieron con sus expectativas de jugadoras peligrosas que si te despistas te hacen un siete, aunque su batalla siempre se perfila en los choques con sus homónimos. Eso sí, quienes tuviero menos suerte fueron Pepa Blasco y Agnes Lantos. Injusto para ambas, porque pelearon sus partidas y merecieron mayor recompensa en victorias. Baste decir que sufrieron finales de auténtica mala suerte en el robo de fichas.
Y así fue Benicassim y el cuarto Abierto de Castellón, un torneo que mereciera mayor empaque en el Circuito, porque a organización son sobresaliente seguro. Saben escoger el lugar de juego, los alojamientos, los premios y los ágapes entre ronda y ronda, un lujo que muchos deberían hacer por descubrir.
