JORGE RUIZ JUVERA

Jorge Ruiz Juvera se proclamó recientemente campeón mexicano de scrabble, repitiendo el título alcanzado en el 2008 en Monterrey. Hoy por hoy acude al Mundial de Cali inmerso en una espiral victoriosa tras acumular tres triunfos consecutivos en torneos, amén de alcanzar la tercera plaza en el ranking nacional. Jorge Ruiz, además ejerce las labores de dirigente escrabblero en DF, un reto para el cual no le faltan ideas y empeño.

¿Cuando empezaste a jugar y cómo?

Mi hermana mayor, igual que Einstein, trabajaba en la oficina de patentes de la ciudad y de regreso de un congreso en Viena al que asistió por su trabajo, aprovechó  para pasar a Londres y recoger un corno francés que había mandado hacer. En un escaparate vio un juego de scrabble, que no conocía, y se le ocurrió que a mí podía gustarme. Y dio en el clavo, obviamente. Pero no sólo a mí me sedujo: a mis amigos más cercanos también. Todos éramos jóvenes estudiantes de la Escuela Nacional de Música con los que yo había formado un grupo de música renacentista. Y después de ensayar, le dábamos al scrabble. Uno de mis amigos ya conocía el juego y lo tenía. Entonces juntábamos las fichas de los dos juegos y jugábamos 5 ò 6, modificando reglas y asignándole a la W y a la K funciones de Ñ y Q, pues eran versiones del juego en inglés. Jugábamos durante horas, sin límite de tiempo, y dando por sentado la buena fe de quien había escrito una palabra desconocida, si nos aseguraba que existía, pues casi nunca había un diccionario a la mano para consulta.

¿Qué virtudes y defectos destacarías de tu juego? 

Desde niño fui un ávido lector y un adicto a los diccionarios. Un “Pequeño Larousse Ilustrado” era literalmente mi libro de cabecera (todavía lo conservo pero nunca lo miro pues está lleno de palabras inválidas para el juego). Me entretenía enormemente hojeándolo una y otra vez. Eso ayuda: es un buen punto de partida. Hace tiempo que descubrí, igual que muchos otros jugadores, que el scrabble es una “lengua extranjera”. Está llena de palabras que no usamos nunca mas que en el juego. Esas las va uno aprendiendo a lo largo de los años jugando mucho, sobre todo con rivales más preparados que uno. Pero el amor por las palabras, como decía, ayuda. Otra “virtud”, es que soy incuestionablemente un ludópata. Un amigo comentaba hace poco que los egipcios, en alguna remota época, premiaban a los hombres conspicuos con una mosca labrada en oro, reconociéndoles en primer lugar, su persistencia. Supongo que yo soy persistente, al menos como un aprendiz de mosca.

Por último, agregaré que mucho se ha hablado de que en el mundo del scrabble destacan menos los lingüistas, poetas y escritores que los matemáticos, por ejemplo. Eso se debe al componente analítico y matemático que tiene el juego. Yo estudie (sin terminarla) una carrera científica: Física, y otra que tiene grandes similitudes con las matemáticas: Música. Y siempre he creído que este perfil también ayuda.

En cuanto a los defectos, que yo sepa, no tengo ninguno…(¿hará falta decir que es una broma?)Pero ya que toqué el tema, justamente la vanidad es un gran defecto que te impide crecer y tener mejores resultados. Creer que un rival no es de cuidado o pensar que ya lo sabes todo o que no hace falta estudiar o buscar mejores estrategias o aprender de los demás, etcétera y etcétera, son impedimentos que ciertas personalidades tenemos que superar pues a menudo tendemos a creer que somos mejores de lo que en realidad somos.

Tras unos años alejado de los títulos, esta temporada lográs el campeonato nacional mexicano amén del anterior y posterior torneo, lo que hace deducir que te encuentras mejor que nunca. ¿Qué ha ocurrido en este tiempo para volver a la primera línea?

Al cabo de los años, es de suponer que cada vez juegues un poco mejor, si eres persistente (otra vez el síndrome de la mosca). Pero creo que lo que más peso ha tenido en mi desempeño es un esfuerzo consciente en mejorar mi concentración. En el lugar donde jugamos la mayoría de los torneos, siempre hay mucho ruido. Y siempre nos toca también una clase de piano para principiantes, que repiten con torpeza escalas y pequeñas piezas una y otra vez. Hay un personaje que llega a platicar con el encargado del lugar y diserta circularmente durante toda una ronda acerca de los más diversos temas. Lo peor es un grupo de música que ensaya en el piso de arriba y más que cantar, berrea. Yo solía distraerme enormemente con esto y además me enojaba aproximadamente mucho. Pero he logrado con éxito “descentralizar”, como dicen los académicos que se dice cuando construyes un muro que te aísla de lo que no tiene que ver con tu actividad.

Otro aspecto, obviamente muy relacionado con la concentración, que también he mejorado, es lograr ingresar a lo que yo llamaría “trance escrablìstico”, que es un estado mental idóneo en el que ves el tablero, tu atril y observas dónde puedes jugar, y tu cabeza está lista para echar mano de lo mucho o poco que sabes en cuanto a vocabulario, y tu habilidad para, “anagramar” está tan filosa que ni siquiera tienes que mover las fichas en tu atril.

Por último, agregaré una razón más pedestre, que seguramente tiene más peso que las anteriores. Hace unos meses, en uno de mis trabajos, en el que tenía una antigüedad de más de 9 años, por razones de ajustes presupuestales, suspendimos actividades, con la promesa de reanudar en cuanto fuera posible (cosa que a la fecha no ha sucedido). Es èste un trabajo que amo, con niños y jóvenes de la escuela pública que tienen acceso por este programa a la danza y a la música, y que consume en los que en el participamos en èl, una enorme cantidad de energía y creatividad. Esta pausa, que lleva ya varios meses, de seguro que me ha dado una energía y concentración suplementarias que me ha ayudado no poco. Asì que si saben de un trabajo, no dejen de avisarme…

México cuenta con un buen elenco de jugadores que siempre han destacado en torneos regionales y ahora de golpe se han hecho grandes en los mundiales y no solo por el título de Ortega.¿Qué ha hecho bien en los últimos años el scrabble mexicano para dar tal salto de calidad?

Ojalá y lo supiéramos, para seguirlo haciendo. Yo al menos no lo sé.  Supondría que es un proceso de maduración un tanto fortuito, que las cosas al cabo de los años dieron sus frutos y sus flores. Pero me parece una excelente pregunta a la que entre todos deberíamos encontrarle una respuesta más adecuada.

A México le queda aún un reto importante, que pasa por una competencia de nivel en la Copa de las Naciones. ¿Se podría decir que el scrabble mexicano ha perdido sus complejos y puede aspirar a todo?

  Espero que sí. Creo que en gran medida se debe al triunfo de Jesús Ortega que derribó ese paradigma.

 A los habituales favoritos del Mundial cada año se le unen más pretendientes. ¿Crees que va a seguir la dinámica como en La Habana, de nuevos finalistas? y ¿qué nombres destacarías entre los principales favoritos?

Los mundiales siempre están llenos de sorpresas. En 10 mundiales a los que he asistido me ha tocado ver por ejemplo cómo alguien que alguna vez conquisto el primer puesto se va a la segunda mitad de la tabla final. Todo puede suceder. Pero siempre serán más emocionantes los ascensos que los descensos (salvo en la montaña rusa). Me gustó mucho ver que Luis Acevedo estuvo en la final (aunque por supuesto mi corazón estaba con Jesús). Lamento que Héctor Guzmán no pueda asistir a Cali, pues  es un gran jugador con posibilidades de estar entre los primeros. Jesús Flores también pudiera seguir ascendiendo. Jesús Ortega podría sumarse a los bicampeones…en fin: hagan sus quinielas!

De nuevo encarando el mundial y de manera particular ¿presientes que se te presenta una de las mejores oportunidades por estado de juego?

Más que presentirlo, tengo la convicción de que es una posibilidad real y espero aprovecharla.

Tienes por delante un periodo de presidencia en el scrabble de DF. ¿Qué objetivos te has fijado como dirigente?

El primero, sin lugar a dudas, es la expansión. Debemos de crecer, atrayendo a nuevos jugadores, echando a andar nuevos clubes y buscando un espacio en las escuelas y de ser posible, en las universidades. Hay que preparar el relevo generacional. En el DF, la edad promedio de los jugadores ha ido ascendiendo con nosotros porque son pocos los jugadores jóvenes que se han acercado. Hay que salir a buscarlos. También hay que pensar en los jugadores recreativos, que si son captados, eventualmente podrían engrosar las filas del scrabble de competencia. Pero si eso no sucede, tampoco importa tanto. Si somos más, seremos más fuertes.

Otro tema importante es la “justicia distributiva”. Siempre he escuchado quejas acerca de que los premios (que se financian entre todos) siempre se los llevan los mismos. He iniciado en los torneos locales una mecánica que permita otorgar un premio al primer lugar de al menos 2 categorías divididas de acuerdo al ELO nacional. También se diseñó un estímulo para los principiantes que participan en los torneos y los jugadores con un ELO muy distante de los jugadores de la categoría “A”, para que tengan un bono de puntos al enfrentarse con ellos.

Un asunto de importancia es también el buscar apoyos económicos. Iniciamos un acercamiento a Mattel que cuenta con una nueva gerente en la división “juegos de mesa” que está muy entusiasmada con los nuevos proyectos y esperamos que los apoye.

Otro más: la creación de talleres dirigidos a los principiantes, que siempre han sido bienvenidos pero que nunca han contado con un espacio en que se los atienda exclusivamente a ellos.

Incrementar el número de torneos. Al menos uno cada mes. Articular tutorías para los jugadores que quieran elevar su nivel de juego. Reunir fondos a través de las cuotas para financiar los gastos de los primeros clasificados…en fin, toda una agenda que ya está en marcha y que abarca muchos temas.

Gracias a Jorge Ruiz Juvera y mucha suerte en todas las iniciativas y proyectos