PATXI NAVARRO, CAMPEÓN DE ESPAÑA 2014

Patxi Navarro se proclamó recientemente y por tercera vez, campeón de España. Todo ello en una temporada de ensueño con triunfo en cuatro abiertos del Circuito, subcampeonato en el Master y un  record de imbatibilidad que le sitúan al filo del número uno español. Así, y con renovada actitud de juego en los tableros, -algo que acreditan sus oponentes-, regresará a los mundiales tras dos años de ausencia. 

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Una temporada plagada de títulos, un record de imbatibilidad ante los tableros y el número uno español y eso en la temporada donde tu fuerte en las duplicadas ha estado más bajo que nunca.  ¿Se puede hablar de la mejor temporada clásica y el mejor estado de forma competitiva?

Hola, Santi. Antes que nada, gracias por este espacio. No sé si se puede hablar de la mejor temporada clásica, habría que echar mano de las estadísticas. Sí se puede hablar, con mucha diferencia, de la temporada de la que estoy disfrutando más del juego clásico, con todas sus grandezas y miserias. ¿En cuánto ese disfrute ayuda a los resultados o los resultados ayudan a ese disfrute? En mucho, mutuamente, claro. Los estados de forma los marcan los resultados, pero en estos momentos pienso mucho más en tratar de ser un jugador mejor y más feliz.

 

Este 2014 tras no disputar los dos últimos mundiales regresas a la máxima competición internacional. ¿En qué ha evolucionado Patxi Navarro en este periodo de ausencia y con qué novedades puedes encontrarte?

Como te digo, creo que mi mejor evolución ha sido en el disfrute del juego, y también de lo que está más allá de los tableros: los amigos, los lugares y las celebraciones. En cuanto a las novedades: unas ganas locas de volver a jugar un mundial, muchísima ilusión por conocer Cuba, su gente, sus costumbres y su comida, y mucha gente con la que en los últimos dos años no he podido sentarme delante de un tablero, amigos y nuevas caras. Me hace también una ilusión tremenda la que nos está preparando mi buen amigo el Torito Ayala en el castillo de La Mota.

 

En tu juego, varios jugadores han coincidido que en los tableros  asumes más riesgos que en anteriores temporadas. Analizando planillas de algunos torneos, resultabas ser uno de los jugadores que para el armado de scrabble usa menos verbos (23 %), y ello siendo el que posee la mejor media de puntos y scrabbles. ¿Todo esto es fruto de un cambio de estrategia en el juego o simple evolución?

¡¿Sólo 23%?! ¡¡¡Igual es hora de volver a darle por fin otro repaso a los verbos!!! Siempre intento mentalizarme de que un torneo, más allá de ofrecer un marco competitivo para tratar de superarte, de evolucionar, es un banco de pruebas maravilloso. El último torneo es el mejor experimento para el próximo, y el jugador que fuiste en las últimas partidas es el mejor proyecto del que serás en las siguientes. Si tienes miedo de usar un torneo para eso, puede que pases mucho tiempo mirándolo todo desde el mismo sitio. Desde este punto de vista, pienso que se trata mucho más de una evolución que de una estrategia. Por supuesto, la evolución en el juego implica la aplicación de nuevos enfoques, planteamientos y estrategias. Muchos de ellos pueden convertirte, momentáneamente, en un peor jugador. Todo es cuestión de poner a prueba, practicar, experimentar… Y eso sirve absolutamente para todos los jugadores y todos los niveles de juego.

 

Siempre has dejado patente que crees que este juego es un cúmulo de rachas positivas y negativas. Digamos que por títulos en España lo positivo destaca, pero ¿qué ocurre con tus desempeños mundialistas en las clásicas?

Cada uno tiene sus propias experiencias con el juego, es él y sus circunstancias, y en relación a éstas aprendemos y formamos nuestra personalidad y nuestro ideario. Para mí, ya sabes que el juego clásico es una lotería. Algunos compran muchos boletos, muchas horas de estudio y dedicación, mientras otros compran no tantos, o muy pocos. Pero siempre cabe la posibilidad de que te toque comprando sólo un boleto. De todas formas, tengo la sensación de que en esta ocasión te equivocaste a la hora de elegir el personaje para tu entrevista. Estamos hablando de un jugador con un buen currículum nacional, que viene entrando en quinielas mundialistas desde hace unos cuantos años, pero que tiene un historial muy corto en mesas uno internacionales, en las que especialmente no ha dado su mejor versión, a veces en los robos, a veces en la lucidez y toma de decisiones. Con lo fácil que era elegir a una estrella consagrada para la entrevista, Santi… Todo esto no significa que no crea en poder ganar un mundial, pero intento que eso no me preocupe. Calculo que me pueden quedar otros diez años de buen nivel competitivo, así que, si tiene que llegar, llegará y, si no, nos alegraremos por otros.

 

Asegurada tu participación en la selección nacional  para la Copa de las Naciones, tras los dos últimos subcampeonatos, se llega a una nueva oportunidad para acabar con la maldición española en esta competición. ¿En qué crees radica la clave de ese maleficio que nos acaba apeando del título cuando lo rozamos?

Yo no creo que se trate de ningún maleficio. La Copa de las Naciones es un torneo que se distingue por dos características: se compone de muy pocas partidas y se disputa no individual, sino colectivamente. A tan pocas partidas, la parte que de lotería tiene nuestro juego aumenta, de forma que cualquiera de los equipos participantes puede ganarla o hacer un papel muy importante, más allá de los Elos y de las apuestas. Y, al ser una competición por equipos, hay que intentar disputarla con verdadero espíritu de equipo, y con plena confianza en las posibilidades grupales, especialmente en las últimas rondas, cuando la diferencia entre hacer un buen papel o darlo todo define el resultado. Yo creo que en España nos ha faltado un poco de todo y nos ha sobrado favoritismo y presión desde el minuto uno. No olvidemos que la Copa de las Naciones nació en 2007, cuando veníamos de un segundo título mundial de Manchado en 2003, una final Álvarez-Hernández en 2005 y una apabullante victoria de Hernández en 2006. Cada año que ha pasado acariciando el título o dándonos un batacazo ha aumentado la presión externa. Creo que ahora mismo sólo podremos salir de esta dinámica no muy exitosa a base de suerte y talento y de tratar de jugar con pasión, porque diría que mentalmente existe un bloqueo.   

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Hablemos de duplicadas. Lo has ganado todo y sin embargo esta temporada ha sido quizás tu temporada más irregular, con un Miguel Rivera en España, indiscutible número uno, y un Picciochi a escala internacional, en su mejor momento. Para el Mundial, ¿qué expectativas afrontas?

Para mí, la belleza de la duplicada radica en algo parecido a conseguir montar una burbuja a tu alrededor, tratar de encontrar la concentración máxima para fallar lo mínimo posible durante un montón de turnos, con el reloj y con el Dupmaster recordándote lo miserable que eres en tu condición humana. Y, en su contra, la duplicada cuenta con el handicap de ser una modalidad extremadamente seria y hermética; no se trata de un verdadero juego, sino de algo mucho más parecido a un examen; va mucho más de rendir que de disfrutar, con todo lo que eso acarrea. La belleza del clásico está principalmente en la estrategia y en la posibilidad de tratar de superar a otra persona, de imponer tu lógica sobre la suya. Como punto negativo, aparece la influencia del azar, que puede llegar a destrozar partidas a priori muy emocionantes. Ahora mismo estoy disfrutando mucho más de todas las cualidades que presenta el juego clásico, y tratando de ver al azar como un pro y no como un contra. Eso no quita que en ocasiones odies a este juego y a ese maldito culón que te acaba de poner cinco scrabbles. Así que, si ahora tenemos que hablar de expectativas en cuanto al duplicado, me conformo con reunir el ánimo necesario para volver a entrenarme con algunas partidas en casa y con intentar que la experiencia duplicada en Cuba sea satisfactoria, que no es poco en esta modalidad. Digamos que ahora mismo no estoy en disposición de esperar mucho más.

 

Tanto a nivel español como internacional, ¿Qué jugadores te han sorprendido y a quienes destacarías en las diferentes facetas del juego: azar, estrategia, competitividad, vocabulario o psicología?

 Todos sabemos que Picciochi es el rey del azar. Recuerdo una noche que salimos a cenar en México y de camino del hotel al restaurante se tropezó con cuatro comodines. A pesar de ello, es un jugador excelente. Me gusta mucho la estrategia y la capacidad analítica de Benjamín, y que después de una bonita partida me explique todo aquello que pensó él, yo y todos los seguidores de Redeletras. En serio, creo que su cerebro es un caótico pero profundísimo bosque de brillantes ideas. En cuanto a competitividad, no hay un jugador que me guste más que mi ídolo el Torito Ayala. Hasta el momento no ha obtenido grandísimos resultados internacionales, pero yo voy con su estilo a muerte. Por vocabulario, me quedo claramente con Blai (aunque mejor no quedarse encerrado con él y sus palabras dentro de una habitación) y con Serge, éste último un auténtico marciano, un fuera de serie que debería competir en otra categoría. Y por psicología, aunque creo que hay otros jugadores con mayor profundidad e intención psicológica, me quedo con mi maestro Enric Hernández, porque donde parece que no hay nada, detrás de cada una de sus decisiones, está la sencillísima brillantez de la más aplastante lógica.

Si tuviera que hacer un compendio de todo, me quedo, de todas todas, con El Maestro, mi buen amigo Antonio Álvarez. Todos sabemos que hay otros muchos grandes jugadores que pueden aspirar al título mundial y creo firmemente que hay también un buen puñado de jugadores, especialmente mexicanos, cubanos y costarricenses, que podrían decir sin vergüenza que pueden aspirar al título. En España, me ha gustado mucho encontrarme con valores en alza como Vanessa Amorós, Javier Peláez, Wifredo Vellosillo, Juan Novoa, José Antonio Lozano, Íñigo García, Xavier Camprubí, Brianda Proff y muchos otros. Es una verdadera pena que para los españoles sea tan complicada la asistencia a mundiales, porque creo que la gran mayoría tendría mucho que decir.

 

Con el Mundial en puertas se vuelven a abrir interrogantes: Venezuela defiende su desempeño del 2013; Argentina presenta las mejores propuestas en pos de recuperar su status y España vuelve con su habitual incógnita. No cabe hablar de que Cuba juega en casa o que se presentan jugadores ausentes en los últimos años y que han evolucionado en su juego. ¿que apuestas harías para definir quienes estarán finalmente en los mejores lugares?

Si tuvieras que invertir tu dinero en apuestas para el mundial de Scrabble, irías sobre seguro si apostaras por cualquiera de los campeones argentinos y venezolanos, y por algunos de los mejores jugadores de México, Cuba y Costa Rica. Respecto a los españoles, ya veremos qué pasa. Todo depende de lo dispuestos que estén a prepararse y de su capacidad para creer que no somos tan malos como nos hacen pensar cada día, tan tristemente, nuestros representantes políticos, ni tan buenos como en el espejo que nos ofrecen nuestras estrellas de fútbol, tenis, motociclismo…

Gracias Patxi y feliz regreso a los mundiales.

 

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