Carlos Varón es el actual campeón colombiano y ha disputado su primer Mundial. Amante del juego cerrado y exigente con sus posibilidades, está dispuesto a mejorar como jugador y quizas por ello ha regresado de Buenos Aires con una amplia lista de deberes por hacer. Implicado con la expansión del scrabble en su país cree importante expandirlo fuera de Bogotá captando a un mayor número de jóvenes.
¿Cuándo empezaste a jugar y cómo?
Mi padre, un gran aficionado al Scrabble®, me enseñó a jugar cuando era niño, aunque entonces utilizábamos la distribución de fichas de Hasbro® (que incluye la K y la W). Tiempo después, cuando tenía 13 años de edad, gané mi primer tablero en un concurso de ortografía local y me interesé por conocer más a fondo el juego. Posteriormente, en 2010, después de haber terminado mis estudios profesionales en Lingüística, fui invitado por Constanza Chacón, amiga muy cercana de mi familia, a asistir a las sesiones de práctica de la Asociación Scrabble Colombia, a jugar en Redeletras y a participar en las competencias nacionales.
¿Cuáles son tus virtudes y defectos en el juego?
Como virtudes puedo anotar tres: la primera, mi conocimiento respecto de la formación de palabras en español me ha permitido escribir palabras aun sin conocerlas en varias oportunidades: recuerdo que en alguna ocasión, supuse que el latín inceptio –onis podría haber devenido en ‘encetar’; la escribí y resultó ser válida. La segunda, se me facilita bastante la anagramación. Y la tercera, mi estado físico me permite pasar jornadas extensas de juego sin cansarme demasiado.
De los defectos, enunciaré también tres que me causan especial preocupación: primero, si veo una jugada de scrabble tiendo a escribirla de inmediato, por lo que dejo pasar alternativas que pudieran resultar más beneficiosas en términos estratégicos; segundo, la aritmética nunca ha sido mi fuerte, por lo que constantemente cometo errores al sumar las puntuaciones y pierdo la concentración; y tercero, me cuesta mucho trabajo cerrar partidas cuando la diferencia de puntos es estrecha.
Actual campeón nacional colombiano y primera internacionalidad. ¿Cuáles son los objetivos para la próxima temporada?
A decir verdad, no esperaba que mi desempeño en la última temporada colombiana fuera tan satisfactorio, dado que diversos compromisos de orden laboral me impidieron practicar con la intensidad de años pretéritos. De cara al próximo Campeonato Mundial en Cuba, quiero mejorar mi desempeño en las modalidades duplicada y clásica (32.° y 71.° en el pasado Mundial, respectivamente), y espero poder ayudar más al equipo colombiano en la próxima Copa de las Naciones.
El Scrabble colombiano tiene por delante una temporada importante con mayor expansión en Medellín y Cali, propuesta para el Mundial 2015. ¿Qué podemos esperar de esta evolución?
Uno de los inconvenientes que hemos tenido como asociación ha radicado en la dificultad de lograr que personas jóvenes se interesen por el Scrabble competitivo. En ese sentido, espero que la realización de torneos en ciudades distintas a Bogotá abra un espacio para generar nuevas estrategias de difusión, lo que podría redundar también en una mejora ostensible con respecto al nivel de los torneos realizados en Colombia.
Tras jugar un Mundial y experimentar diferentes maneras de jugar —abierto, cerrado, especulador, inconcreto—, ¿en cuál te encuentras más cómodo?
Aunque me gusta formar tantos scrabbles como pueda, debo decir que no me siento del todo cómodo con el juego abierto, quizá por las particularidades del estilo que aprendí y adopté como propio. Prefiero, en cambio, cerrar completamente la partida cuando tengo ventaja sobre mi adversario y veo que el azar me favorece para tratar de asegurar la victoria, aun si mi puntuación final no es la más alta.
¿Crees realmente que cada país muestra estilos de juego concretos?
A juzgar por la experiencia adquirida en el pasado Campeonato Mundial, considero que los jugadores de cada país, tal vez por el hecho de jugar entre sí con frecuencia, adoptan formas particulares de aproximarse al juego, aun cuando todos se atengan a reglas básicas invariables. Si a esto se suman las obvias diferencias culturales, también es posible evidenciar que factores en apariencia irrelevantes (e.g. la forma de sumar los puntos) distinguen a unas regiones de otras.
¿Qué jugadores o que aspectos de una competición internacional te han sorprendido más durante el pasado Mundial?
Me resultó muy interesante conocer personalmente a numerosos jugadores con quienes hasta entonces solo había departido de forma virtual: ver que detrás de los nicknames se ocultan personas afables y dispuestas a compartir sus conocimientos de forma desinteresada fue muy grato y enriquecedor. Más que destacar a un jugador sobre otros, disfruté particularmente de dos partidas: la que jugué contra Ricardo Bondino (Argentina), que perdí por 2 puntos, y la que gané a Marcos Araque (Venezuela), curiosamente por la misma diferencia.
De regreso a la temporada colombiana, ¿Qué crees será lo más beneficioso que has extraído para tu rendimiento como jugador?
Dado que nunca había participado en un Mundial, me había acostumbrado a enfrentar siempre a los mismos jugadores en las competencias presenciales, por lo que me costó mucho adaptarme a maneras de jugar desconocidas. Empezaré entonces por tratar de modificar mi estilo para afrontar las partidas de mejor manera. Segundo, tomaré la costumbre de contar siempre todas las fichas, labor que hasta hace poco me resultaba tediosa. Tercero, intentaré reforzar algunas cuestiones de morfología española que, creo, podrían serme útiles al dudar respecto de la construcción adecuada de ciertas inflexiones verbales. Y por último, en consonancia con lo que dije antes, considero que tener un buen estado físico influye bastante en mi desempeño, por lo que mantendré mi rutina de ejercicio diario sumada a ciertos hábitos saludables, como evitar el consumo de bebidas con cafeína.
¿Qué ha aportado el Scrabble® en tu vida?
Encontré en este juego una buena forma de establecer una relación de mutuo beneficio entre mi quehacer como lingüista y la práctica de una actividad competitiva. Además, superando un poco mi excesiva timidez, he podido trabar amistad con personas de quienes he aprendido mucho, que ahora ocupan un lugar de suma importancia en mi vida.
Gracias Carlos
