Juan Novoa se impuso en el Abierto de Murcia acompañado en el podio de sus compañeros de equipo, Patxi Navarro, y Arantxa Delgado. El madrileño del Scrabble Girona ganó su primer oficial del Circuito español clásico sumando su tercer podio en el mismo torneo murciano. En sub 1800, el castellonense Pepe Baynat fue el campeón tras superar a Graciela Dalmas en una partida final a cara o cruz. Ginés Balsalobre del local Escrabelico se alzó con el premio al mejor debutante.
CRÓNICA
La presente temporada española está siendo una caja de sorpresas constante: una joven de tan sólo 15 años se cuela en el podio del Rural de Canyamars, una catalana sin escrúpulos dinamita las clasificaciones en todos los torneos que disputa, un jugador en su segundo oficial logra la victoria en Fuengirola, un ausente del Mundial para desfogarse destroza un record de imbatibilidad de partidas arrollando en los torneos, una selección española neófita se hace subcampeona mundial, programar un karaoke en los torneos españoles se hace casi obligatorio e incluso como remate, Blai Figueras insinúa que podría regresar a la competición.
Y todo esto se adereza con lo sucedido este pasado fin de semana en Murcia, con el fantástico torneo que se calza el madrileño del Scrabble Girona, Juan Novoa.
Quien pueda pensar que ha habido suerte anda equivocado, o es que ¿ acaso nadie recuerda que este mismo jugador ya derrotó en mayo al mismísimo Serge Emig en las Duplicadas de la capital del Reino?. Lo cierto es que Novoa de un plumazo se ha hecho un nombre en el Circuito gracias a imponerse en dos torneos cargados de jugadores de primera fila.
Y es que Murcia partía este año con un plantel de primera magnitud donde ganar tenía un aire a campeonato nacional, máxime cuando los ojos estaban puestos en el duelo por el número uno nacional entre Álvarez y Navarro, o en la posibilidad de establecer un record nacional de imbatibilidad por parte del segundo.
En fin, quien más o quien menos daba el pescado por vendido en lo que se refiere al podio murciano, pero ay!!! de los incrédulos, quien les iba a decir que dos inesperados jugadores iban a meterse en la pelea y sabotear la mesa uno. Juan Novoa y Pablo Pérez entraron por la puerta grande hasta el punto de invictos sentarse en la cabecera del Abierto a disputarse la honra de asegurarse su premio.
Murcia había atraido ni más ni menos que representación de nueve clubes españoles, todo un record. La extraordinaria organización del 2013 y el boca a boca que generó hicieron del primer torneo del año toda una alegría esperanzadora. Una ilusión que se cumplió con creces en las fiestas paralelas a la competición, llamense comidas, retransmisión y seguimiento futbolístico de primera magnitud, porra, entrega de regalos, premios, la impagable oportunidad de ver a Pepa Blasco y el Crápula en uno de los espectáculos artisticos más gozados del siglo y el karaoke, ese invento japonés que se ha hecho un hueco en el mundo del scrabble como algo de obligado cumplimiento organizativo.
Y a lo que vamos ¿qué fue de la competición?.
El sábado por la mañana se inició con lo que se esperaba: Los favoritos repartían a diestro y siniestro, Patxi Navarro se pegaba con loctite en mesa uno mientras Antonio Álvarez le miraba de reojo, Santi Rosales se volvía a dar el batacazo de salida, el frio amainaba, la primera noche de cubatas pasaba factura a los menos avezados y alguna que otra sorpresa calentaba el ambiente, o si no que se lo digan a Vanessa Amorós.
A la tarde se veía venir más de lo mismo pero aparecieron dos bombas de relojería. El madrileño Novoa, sin escrúpulos y tras haber caido en primera ronda hizo de su tarde un vendaval de victorias y junto a él, Pablo Pérez, con quien hacían morder el polvo a los grandes. Pero no a todos, porque aún, Álvaro Noguer y el «granaino» estaban pletóricos. Los restantes del Scrabble Girona no se bajaban tampoco del carro, y con ellos Patxi Navarro que batía el record del 2011 de Juan Carlos Ayala, para sumar 17 victorias invicto, para despúes tomarse dos partidas de respiro. La gente del Escrabelico, salvo el «pájaro» Pérez se hundia en el lodazal, ni Vanessa ni nadie, se podían se podían creer lo mal que le iba, y menos a Juan José Mula hundido en la silla de las últimas mesas, junto a un irreconocible Jose Montes o a un patético Santi Rosales.
En los sub 1800, todo estaba muy abierto porque gracias a Dios, Xavier Camprubí ya había ascendido de categoría. Teresa Soler, ganadora de los dos último sub 1800 murcianos parecía la favorita y no le iba nada mal, aunque Graciela Dalmas siempre arriba o Angel Malpartida, sorprendente, parecían destinados a la gloria.
En los debutantes, Ginés Balsalobre se rebelaba como jugador con proyección, mientras el Zajarí, Angel Caldeiro, batallaba lo que podía, incluso cayendo sin remisión contra Jose Montes tras un descuento de 70 puntos por pasarse del tiempo reglamentario.
Y llegó el domingo… claro está, que después del karaoke infernal nocturno, circunstáncia que habría que analizar si es bueno o malo, especialmente si sin obviar que hubieron perjudicados, al ver la foto de premiados, pareciera que los recogían los mismos que cerraron la noche de marras.
En fin, que a algunos no les sentó bien: Alicia Acosta estaba pero no estaba, y aún a lunes no se sabe si está; el Crápula seguía intentando sin éxito salir del pozo, José Montes no se podía creer lo que le pasaba; y mientrasVanessa y Santi veian de lejos las primeras mesas, Antonio Álvarez y Álvaro Noguer, resbalaban en las dos primeras de la mañana.
Eso si, a otros les sentó de maravilla: Juan Novoa sacó la vara y se hizo el amo de la sala, Patxi remontó y se encaramó de nuevo a un podio; Arantxa Delgado demostró que quien tuvo retuvo y Montse Sánchez no paró hasta llegar a mesa uno y disputarle un puesto de podio al mismisimo Novoa. Cerca estuvo Pablo Pérez, que de venir ganando cinco seguidas, se desinflaba en las dos últimas tras jugar una interesante mesa uno a muerte por un puesto de honor, y aún así acabar en un magnifico cuarto puesto.
Brillaron acordes a su estilo, tres nombres: Xavi Camprubí, quien harto de ganar títulos sub 1800 ya sabe lo que es asentarse en mesas cercanas al podio; Joan López que tal motor diesel se tratara sube peldaños a la chita callando en el ELO; y sin duda alguna, mención aparte para el inventor del «método winter», Tori Martinez (dos nacionales le avalan) que siempre acaba en el top 10 a base de venir desde abajo.
Gloria Bigorra no hizo esta vez de ascensor y prefirió asentarse por arriba del sub 1800 hasta el punto de llegar a tener sus opciones de torneo; Jose Maria Riera ajeno al «winter» cumplía sus objetivos, para que cada vez que se plantaba arriba ser descabalgado por un grande, fuera Álvaro, Arantxa o Álvarez. Digno papel para el jiennense (tierra de campeones) Luis Fernández, que supo lidiar en las mesas intermedias con soltura, y más digno aún para el murciano Balsalobre, que se estrenó de una manera meritoria.
En los sub 1800, la batalla se iba a resolver al límite, con un enfrentamiento a cara o cruz entre Pepe Baynat y Graciela Dalmas, a favor del primero. Eso sí, a poco no lo cuenta, porque si Graciela venía de mesas más altas, Pepe se lo había tenido que trabajar en las intermedias. Teresa Soler y Angel Malpartida, habían hecho méritos para disputar el título, aunque si bien la malacitana lo perdió al caer con Balsalobre, al argentino de Bahía Blanca le vino grande un cruce con Vanessa Amorós que de alguna manera quería salvar los muebles, algo parecido a lo que le pasó a Imma Ribas a la que Santi Rosales frenó en su ascenso. Una mañana aciaga tumbó a Maria José Monreal y a Guillermo Pognante que hasta entonces no se despegaban de su oportunidad, y mientras Pepa Blasco lidió lo que pudo en su segundo abierto de temporada.
En fin, un gran torneo al que aderezó una mesa técnica bien formada y que dirigía, Isabel Mula, mostrando un arbitraje digno de la convocatoria, y con un acompañamiento de lujo, digase Alvar Sanz como comunicador, o Maria Ángeles Muñoz y María resolviendo entre mesas y agilizando de manera extraordinaria entre ronda y ronda.
Más no se puede pedir. Sobresaliente organización, sobresaliente torneo. Enhorabuena.