Manuel Granados es el presidente del Club de Scrabble El Prat, uno de los más antiguos de España y con el Abierto clásico más longevo. Desde hace unos años el Club ha hecho bandera de la enseñanza del scrabble entre los niños con la puesta en marcha de los talleres más multitudinarios de la escena mundial. Más de mil niños cada temporada son introducidos a la magia del scrabble y el proyecto se afianza. Manuel nos explica detalles de la proyección:
Desde el Club De El Prat y por cuarto año consecutivo se apuesta por un taller de scrabble infantil que alcanzará en esta ocasión nuevamente más de un millar de niños de escuelas catalanas. ¿Cómo surgió la iniciativa y que progresión ha tenido en estos años?
En el club siempre hemos tenido muy presente que el scrabble no puede ser una actividad exclusivamente competitiva y de adultos. Hemos apostado siempre por los valores lúdicos, educativos y de socialización del scrabble. Por eso, desde el principio quisimos extender el scrabble a todas las edades. Fundamentalmente, claro está, a niños y jóvenes que, además, representan el futuro del club y del scrabble en general. Así que podríamos decir que desde el principio del club hace ya más de diez años nos planteamos actividades como éstas.
Por lo que respecta a la progresión, salta a la vista. Primero tuvimos únicamente nuestra ciudad. Posteriormente, añadimos la ciudad de Castelldefels y este año, gracias a Octavian Mocanu y a Francesc Gallén también tenemos la ciudad de l’Hospitalet y nuestro proyecto de scrabble escolar cada vez es más general. En cuanto al número, y aunque no sea lo más importante, seguramente las cifras finales serán superiores al millar de alumnos que citas. Es, sin duda, una gran responsabilidad.
¿Cuánta gente compone el equipo de trabajo de estos talleres y como se distribuyen?
El número de personas depende del número de participantes en el taller, en primer lugar. Después, lógicamente, de la disponibilidad personal de todos nosotros.
El equipo de trabajo está formado por las personas que componen el club y por los amigos y compañeros de otros clubes que se acercan a ayudarnos. Tenemos desde gente con más experiencia en el mundo del scrabble hasta personas más jóvenes y neófitas en este mundo. Desde Isa, Cris, Marga, Tavi o Francesc hasta Adela, Magda, Francesc Gelabert, Jordi, Víctor o Sonia.
Si la actividad es grupal como la duplicada coordinamos la sesión de forma global haciendo explicaciones generales y después pasando por las diferentes mesas para ver la evolución de las jugadas y dar consejos y explicaciones más personalizadas. Si la partida es de scrabble original cada uno de nosotros coordina una mesa y conduce la partida explicando después de cada jugada otras posibles palabras o haciendo comentarios de estrategia o de tipo léxico.
El proyecto culminó la temporada pasada en un campeonato escolar de Cataluña. ¿cómo valorais el nivel que llegan a alcanzar jugando?
La verdad es que un proyecto como este no culmina nunca. Cada año crece y mejora y aparecen nuevos detalles que aportan mejoras a la actividad. El año pasado comenzó el Campeonato de Cataluña de scrabble escolar y este año ya tenemos una nueva ciudad para darle un carácter más general.
Por lo que respecta al nivel, nos encontramos desde jugadores de una gran calidad que podrían dentro de unos años competir en el circuito con garantías hasta otros que entrarían dentro de una categoría más lúdica o social. Pero creemos que ambos tipos de jugadores son importantes para extender la práctica del juego y la popularidad y prestigio del scrabble.
Como uno más de los monitores implicados en las clases ¿qué experiencia considerais aporta el scrabble en la educación infantil?
En la educación tanto infantil como juvenil –piensa que abarcamos desde los diez hasta los dieciséis años- creemos que puede aportar muchas cosas. Desde las más próximas a los contenidos como el conocimiento léxico, la consulta del diccionario o el cálculo mental de los puntos de las palabras hasta valores como el trabajo en equipo –ya que juegan por parejas- o el respeto hacia los otros jugadores.
No solo los estudiantes aprenden. ¿Cuáles son las experiencias que ejerciendo como monitores os impactan más de la actitud de los alumnos en los talleres?
Las cosas que más nos impresionan son el interés que ponen en la actividad si ven que te preocupas por explicar bien las cosas y la capacidad de mejora y de esfuerzo que pueden llegar a tener. Y eso tanto en los más avanzados como en los que les cuesta más. Teniendo en cuenta,además, que uno de los objetivos principales es que se lo pasen bien jugando al scrabble.
Uno de los clubes más antiguos del panorama español, el Club de El Prat participa tambien en el Circuito español de competiciones y en el propio en lengua catalana,que junto con estos talleres formán un cúmulo de actividades completas. ¿Qué significan todas estas aportaciones al mundo del scrabble para el club de El Prat ?l
Estas actividades significan muchísimo para nosotros. De un lado, es una forma de de agradecer a la ciudad el esfuerzo que hace para ayudarnos tanto con subvenciones como con ayuda en el propio centro cívico y desde el departamento de educación del ayuntamiento.
Por otro lado, también nos lo planteamos como una ayuda a los profesores y profesoras. Ellos son los auténticos héroes de la historia ya que se preocupan diariamente de formar personas e intentan hacerlo lo mejor que pueden. Si podemos colaborar un poco nos sentimos muy orgullosos.
Y, finalmente, también tiene un significado especial dentro de nuestra propia actividad. No queremos que el scrabble sea algo sólo de unos pocos sino que sea una práctica general en grandes capas de la sociedad. Y, lógicamente, también nos sirve para atraer gente al club y crecer como entidad.
Sembrando la semilla del futuro…..gracias Manuel Granados, gracias al Club de El Prat.