Acabo de realizar una búsqueda en Google con las palabras scrabble, jerga y gorrazo. Estaba buscando motivos para escribir el presente artículo, y a buena fe que los encontré: la máquina que todo lo encuentra no encontró nada.
Creo recordar haber leído en algún sitio una recopilación de jerga utilizada por los jugadores en catalán. Incluso creo recordar un artículo de Santi Rosales, tal vez en su antiguo blog, referido a términos utilizados habitualmente por los jugadores de Scrabble® en castellano, pero pocos de ellos relacionados con el juego en sí.
Si quitamos gorrazo de la búsqueda anterior, encontramos un resultado de un antiguo blog del Club de Santa Fe, en Argentina, que hace mención a las gordas, en referencia a las 6 fichas de mayor puntuación del juego. Y poco más. Por no decir nada.
En España, por allá en 2006 o 2007, cuajó la expresión gorrazo. Supongo que antes del hecho en cuestión, los escrableros se referían al gorrazo como “ha puesto una palabra que no es válida y su rival no la ha impugnado, y por tanto, se ha seguido jugando con ella en el tablero”.
Todos estaremos de acuerdo en que es mucho más fácil, y entendible, si ambos interlocutores conocen la jerga, decir gorrazo que referirse al entrecomillado anterior.
El origen del gorrazo está situado en Sevilla, en el transcurso de un encuentro amistoso entre los clubes Azeuxis y Atriles. En una de las rondas que se jugaban, todas las partidas habían finalizado excepto una, con un marcador ajustado, y todos los jugadores ociosos, de espectadores. Uno de los jugadores dispuso sobre el tablero la palabra GORRAZO, jugada que le reportaba una ventaja prácticamente insalvable para su rival, que, ante la sorpresa de sus compañeros de club, no impugnó la palabra. Y efectivamente, GORRAZO, no es una palabra válida para ser jugada, pero ahí quedó, y valió el triunfo al jugador que la dispuso en el tablero.
La anécdota se difundió rápidamente entre el mundillo escrablístico español, y rápidamente gorrazo pasó a ser una palabra de uso común.
Desde el blog del club atriles (http://atrilesmadrid.blogspot.com) hemos propuesto en diferentes artículos la adopción de términos que engrosen nuestro aún pobre acervo jergal, todos ellos basados en lo ocurrido en nuestras actividades.
En el artículo publicado referente al III Taller Persal (http://atrilesmadrid.blogspot.com/2010/04/iii-taller-persal-duplicadas-tutiplen.html), se propusieron cuatro términos para otras tantas situaciones habituales del juego. Desde luego, parece más sencillo decir degüello que “palabra incorrecta, porque se ha obtenido conjugando un verbo irregular como si fuera regular”, o blocaje que “palabra de uso común en el lenguaje cotidiano que no está contemplada en el DRAE y, por consiguiente, no es válida para el juego”.
En nuestro último artículo (http://atrilesmadrid.blogspot.com/2010/11/duplicadas-atrileras-de-noviembre.html) volvemos a la carga, y proponemos nuevos términos, entre ellos, uno que personalmente me parece hermosísimo: regomello, que refleja aquella situación, habitual en las duplicadas, en que la puntuación de la jugada maestra está muy por encima de las puntuaciones de las restantes jugadas. En un futuro, tal vez no muy lejano, cuando dispongamos de herramientas para el análisis de las partidas clásicas, también puede ser un término que pueda utilizarse, al analizar las diferentes posibilidades que tenía un jugador en un momento dado de la partida.
Probablemente ni se pueda, ni se deba forzar la creación del argot, y éste se vaya generando lentamente, del mismo modo que surgió el gorrazo: espontáneamente.
La falta de jerga nos delata como un gremio en pañales. A buen seguro que poco a poco la iremos construyendo, con intentos fallidos, por supuesto, pero al final seguro que acabamos creándola. Porque, ya sé que muñequeada no es una palabra nada atractiva, y que no pasará a la historia, pero ¿no creen que necesitamos urgentemente una palabra que sustituya al “hizo un scrabble aprovechando dos fichas sueltas que ya había sobre el tablero”?
Porque no sólo jugamos más a scrabble. También hablamos y escribimos más sobre scrabble.